Publicidad
EL JOVEN QUERÍA ACABAR CON TODO
Prisión provisional sin fianza para el presunto autor de los apuñalamientos en Lleida
El joven, estudiante de Medicina en Lleida, apuñaló gravemente a cinco personas, cuatro de ellas extranjeros, y en el registro policial de la vivienda donde residía, en la Avinguda Alcalde Rovira Roure, se han encontrado pintadas en la pared con simbología nazi y también algunos libros de ideología fascista.
El presunto autor del apuñalamiento de cinco transeúntes en Lleida el pasado lunes, un joven de 21 años que tiene antecedentes por una agresión racista cometida en Logroño en 2012, permanecerá en la cárcel después de que el juez ordenara prisión provisional comunicada y sin fianza.
El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña imputa a Alejandro R. V. cinco delitos de homicidio o asesinato en grado de tentativa o, alternativamente, 5 delitos de lesiones, y también se le imputa un delito de incendio, al haber prendido fuego a su domicilio antes de cometer las agresiones.
La imputación se concretará a medida que avance la instrucción, que sigue el juzgado leridano. Alejandro R.V. fue detenido el pasado martes en Lleida por los agentes de la Guardia Urbana a los que les confesó ser el autor de los apuñalamientos y también de haber prendido fuego al piso donde residía, según han detallado los Mossos d'Esquadra y la Guardia Urbana.
Los Mossos d'Esquadra y la Guardia Urbana han dado detalles del dispositivo que permitió detener al pasado martes a Alejandro R., que nada más ser arrestado por los agentes policiales confesó ser el autor de los apuñalamientos.
Según los Mossos d'Esquadra, el detenido explicó en la reconstrucción de los hechos ante la policía que después de atacar a las cinco personas caminó durante 24 horas dirigiéndose desde Lleida a Balaguer por caminos rurales.
El joven declaró que tenía ganas de hacer daño
El presunto agresor explicó que pasó por los municipios de La Portella, Algerri, Alfarràs y Almenar hasta llegar a Balaguer y que, una vez llegó a esta última localidad, entró en un bar, pidió un café y luego tomó un taxi para que volver a Lleida.
Ninguna de las personas que estuvieron en contacto con el presunto autor de los hechos en esos momentos lo reconoció, aunque el taxista, según explican los agentes, sí vio que el joven llevaba una mancha en la camiseta aunque no le dio más importancia.
Al llegar de nuevo a Lleida, según explican los agentes, y al ver cómo quedó su casa después que el mismo confesará que le prendió fuego antes de cometer los apuñalamientos, decidió bajar a la calle y fue en ese momento cuando dos agentes de la Guardia Urbana lo identifican como sospechoso.
Según ha relatado el jefe de la Guardia Urbana de Lleida, Josep R. Ibarz, al acercarse los agentes al joven para identificarlo, éste les dijo: "Soy la persona que ha acuchillado a toda esa gente y quemé mi casa, quiero confesarlo todo".
El presunto autor explicó a los agentes que se encontraba bajo de moral, que tenía una crisis y padecía un brote psicótico, que no deseaba seguir estudiando la carrera de Medicina que cursa en Lleida y quería "acabar con todo", ha explicado la policía.
El propietario del piso donde residía el joven se puso en contacto con los padres del joven, que residen en Logroño, para decirles que se había producido un incendio en la vivienda y que no conseguían contactar con su hijo.
De los cinco heridos, dos han sido dados ya de alta, y los tres restantes continúan ingresados
Los padres, después de hablar con un compañero de universidad de su hijo, decidieron presentarse en Lleida e informar a la Guardia Urbana de que habían perdido el contacto con su hijo.
Según Ibarz, los padres no dijeron ni reconocieron en ningún momento que su hijo tuviera cualquier problema: "Vinieron porque estaban preocupados al no conseguir contactar con él", ha explicado.
En cuanto al hecho de que cuatro de sus cinco víctimas fueran extranjeros -una argelina, un pakistaní, un sudamericano, un chino y una español-, el detenido declaró a la policía que fue atacando a quien se iba encontrando a su paso y que tenía ganas de hacer daño. Según los Mossos, el detenido explicaba con naturalidad los hechos, sin mostrar un arrepentimiento explícito.
De los cinco heridos, dos han sido dados ya de alta, y los tres restantes continúan ingresados en el Hospital Arnau de Vilanova, de Lleida, y el Vall d'Hebrón, de Barcelona. Los Mossos imputan a Alejandro R. cinco delitos de homicidio en grado de tentativa, con el agravante de xenofobia, y un delito de daños por el incendio que causó en su domicilio.
Publicidad