Pornografía infantil

Piden 7 años de cárcel para un presunto pedófilo que poseía y distribuía vídeos con violaciones anales a bebés

El encausado está relacionado con el registro que tuvo lugar en el barrio de Las Delicias en 2016 donde se incautó más de 33.000 archivos.

Los archivos encontrados al pedófilo

Los archivos encontrados al pedófilo EFE

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El miércoles 29 de junio tendrá lugar en la Audiencia de Valladolid el juicio contra un presunto pedófilo con motivo de su detención en 2016, donde se le incautó más de 33.000 archivos de pornografía infantil tras un registro en su domicilio. En alguno de ellos había violaciones anales a bebés de entre dos y tres años.

La fiscalía de Valladolid solicita una condena de siete años de cárcel, la pena privativa de libertad por un delito de posesión y distribución de pornografía infantil, sumado a la inhabilitación por espacio de diez años para cualquier profesión u oficio, retribuido o no, que conlleve contacto regular con menores de edad y personas con discapacidad. A todo esto, se le suma también la petición de que el investigado esté en libertad vigilada durante una década, según han informado fuentes jurídicas a Europa Press.

El origen de los hechos se remonta al momento en el que la Unidad Central de Menores y Abuso Sexual de la Policía Judicial de la Guardia Civil detectó, entre el 1 de enero y el 14 de agosto de 2016, un total de 137 archivos de contenido explícito de abuso sexual infantil compartido desde una dirección IP concreta.

A raíz de la investigación realizada mediante mandamiento judicial a la empresa de telefonía France Telecom, la pista se centró en un vecino del barrio de Las Delicias, actual encausado del delito, donde tuvo lugar un exhaustivo registro el día 8 de noviembre de 2016.

Los agentes actuantes requisaron once discos duros, distintos ordenadores, tres pendrive y CDs y DVDs que, una vez analizados, constataron la instalación de programas Emule y Ares de intercambio de archivos en redes Per to Peer. En esos mismos programas también se localizaron archivos de pornografía infantil que, supuestamente, habían sido descargados y compartidos.

Los agentes subrayan escenas de "carácter especialmente degradante", en referencia a aquellas en las que aparecen bebés de entre dos y tres años violados analmente y vejados, entre otras del mismo tenor no menos vejatorias.

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