Posible negligencia

La pareja de Silvia, en coma tras una cirugía estética: "El 30% de su cuerpo está en carne viva y si sale, será con muchas secuelas"

La Justicia de Madrid investiga como un delito de negligencia el proceder de una clínica de la capital.

Publicidad

Silvia tiene 34 años. A finales de abril decidió someterse a una cirugía estética. Tras el procedimiento comenzó a sentir mucho dolor. Tenía síntomas graves. "Dolores fuertes, cólicos, vómitos, fiebre…” dice Daniel Poyato. Es su pareja. Hoy ha declarado ante el juez. La familia quiere que se asuman responsabilidades en el caso de Silvia y sobre todo, que no vuelva a pasar.

A pesar de los síntomas, que indicaban una infección, en la clínica le dijeron que todo era normal. Silvia llamó en numerosas ocasiones. Hemos podido que hasta tres médicos diferentes la vieron, pero todos la mandaron a casa. Hasta una semana después, cuando tienen que llamar al SAMUR desde la consulta cuando, para la familia, ya es demasiado tarde.

Desde allí la llevan al Hospital de La Paz, lugar en el que continúa ingresada más de un mes y medio después. En coma inducido. Ha tenido que someterse a numerosas intervenciones. Daniel dice que está devorada. “El 30% de su cuerpo está en carne viva. Es sumamente grave. Y aún no hemos hablado de posibles amputaciones de dedos extremidades, dedos de manos y pies (…) Si sale va a ser con muchas secuelas”, ha contado en los juzgados de Plaza Castilla.

También ha relatado un detalle que podría ser sumamente importante en el caso. La primera noche que Silvia estuvo en el hospital se quejó de que el gotero de los medicamentos no funcionaba. Al parecer, estaba obstruido. La abogada de la familia, Mar de la Losa, cuenta que “no funcionaban y por lo tanto no se le estaba administrando lo que había en ese gotero".

La clave para la familia es el tiempo que pasó entre las quejas de Silvia y su ingreso en el hospital. Están seguros de que si hubiesen actuado con más rapidez Silvia estaría bien. Por eso piden responsabilidades por un delito de omisión de socorro, una negligencia médica.

Y no sería la primera a la que se enfrenta el cirujano de Silvia. En 2011 fue condenado a pagar 78.000 euros a una paciente por un error que cometió en una cirugía. Sin embargo, él dice que en la operación de Silvia todo fue “perfecto”. Lo afirmó en su declaración ante el juez como imputado este mismo martes. Ese día también declaró otra facultativa, una doctora de urgencias que envió a Silvia a casa a pesar de sus síntomas.

Declaraciones clave para saber lo que ocurrió. Hoy también estaba citada para esclarecer los hechos una trabajadora del centro médico. Sin embargo, no ha acudido. Según ha informado la defensa “porque no se le ha entregado la citación por parte de la clínica”. Al igual que los historiales médicos. El juzgado los solicitó hace días para que se entregasen de inmediato. Todavía siguen esperándolos.

La familia también ha reclamado a las puertas de los juzgados que se presente la fiscalía en el caso. Creen que sería muy relevante. Especialmente ante la próxima declaración, la del gerente de la empresa. Será el próximo martes. También o hará un trabajador del centro Pío XII como testigo.

Fuentes del caso nos confirman que se está estudiando, además, presentar nuevos testigos, serían pacientes de la clínica. Mujeres y hombres que tuvieron malas experiencias al operarse, con secuelas graves. Incluso, afirman, pedirán al juez que les ofrezcan presentar acciones. Son ya más de 60 afectados, que podrían interponer una denuncia colectiva.

Publicidad