Valencia
Muere el anciano de 80 años que resultó herido en los 'bous al carrer' de Canet d'en Berenguer, en Valencia
Ya son 8 las personas fallecidas este año en este tipo de festejos taurinos de la Comunidad Valenciana.
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Un anciano de 80 años ha muerto hoy tras ser corneado por una vaquilla durante los 'bous al carrer' de Canet d'en Berenguer, en Valencia. Según ha relatado el alcalde del municipio, Pere Antoni Chordá, el octogenario entró en los toriles pensando que estaban vacíos y fue embestido a gran velocidad por una vaquilla.
La víctima sufrió graves golpes, la rotura de varias costillas y la fisura de un pulmón a consecuencia de la cornada, por lo que fue ingresado de urgencia en el hospital de Sagunt.
Tras el suceso el Ayuntamiento de Canet se ha reunido este jueves con la organización de los festejos para valorar "todas las opciones". Además, el consistorio ha planteado la opción de suspender los festejos previstos, algo que finalmente no ha sucedido.
No obstante se han convocado tres minutos de silencio para cada acto taurino de este jueves con la intención de "dar visibilidad a este tipo de riesgos que para muchos de nosotros son intrínsecos pero que están ahí", tal y como ha manifestado el edil.
Es la octava víctima mortal
A finales de agosto una mujer de 73 años falleció de una cornada durante la celebración de los 'bous' de Beniarbeig, en Alicante. Días antes un joven de 24 años también murió en los festejos populares taurinos de la localidad valenciana de Vallada, y el pasado mes de julio, en poco menos de 24 horas se registraron otras tres víctimas mortales.
Con esta última muerte son ya ocho las personas que han perdido la vida este año en los festejos taurinos de la Comunidad Valenciana. Esta cifra de muertes iguala a la peor registrada en la última década, que fue en el año 2015.
Unos hechos que motivaron a la Generalitat a establecer una normativa de fiestas taurinas tradicionales más completa en términos de seguridad, tanto para espectadores, animales y para los participantes.
En este sentido Gabriela Bravo, consellera de Justicia, Interior y Administración Pública, ha advertido que el número de muertes "evidencia que son actividades que generan un riesgo importante" y que es necesario "revisar todas las medidas necesarias para que, si hay que mantener las tradiciones, que no pongan en riesgo la vida de las personas".
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