El mensaje de Lucía, víctima de los abusos de su tío desde que era niña: "Que abran los ojos y rectifiquen"

Lucía nos recibe en su casa. En el salón hay un retrato de una niña sonriendo... es ella cuando era pequeña. Su tío político abusaba sexualmente de aquella niña de forma reiterada. “Desde que tengo uso de razón sufro estos abusos, pero lo había normalizado, yo lo veía como algo normal”. En la imagen del cuadro, Lucía puede tener aproximadamente unos 7 años. Sobrecoge la idea de un adulto forzando a esa pequeña. Continúa su relato: “A los 13 se lo conté a unos amigos y me dijeron que lo tenía que poner en manos de la Policía”. Ahí comenzó la lucha de Lucía.

Al contarlo al resto de la familia descubre que su tía sabía lo que estaba haciendo su marido, pero lo tapaba. En plena adolescencia le tocó denunciar, testificar una y otra vez, ir a juicio, esperar la sentencia, incluso, con más demora por el recurso interpuesto por parte del condenado... hasta que no cumplió los 20 años no logró ver a su agresor en la cárcel. “Sentí alivio, pero, sobre todo por terminar todo el proceso judicial, aunque tus traumas siguen ahí”, y añade, “fue más duro ese camino que los propios abusos”.

Ahora Lucía tiene ya 21 años. El motivo de esta entrevista no es para que nos cuente cómo fue víctima de su tío, sino para que nos cuente cómo una ley le ha vuelto a abrir una herida que aún no había cicatrizado. Su agresor solicitó una rebaja de la condena acogiéndose a la ley conocida como la de 'Solo sí es sí'. La Audiencia de Sevilla le ha reducido su condena en 6 meses. El shock que le supuso saber que su tío había solicitado la revisión se ha transformado en rabia al ver que este martes se la habían concedido, “me intentaba hacer a la idea de que se lo iban a conceder, pero choca y duele”.

"Después de haber luchado tanto, choca y duele que le rebajen la condena"

Lucía está indignada: “No es sólo que le hayan reducido los 6 meses, es sentir vergüenza al ver las noticias y ver que se está permitiendo esto, no me lo explico, intento encontrar una razón lógica, ponerme en la piel de los políticos... pero no me lo explico. Me gustaría que esto parase, porque ya hemos luchado bastante”. No entiende la condena a su agresor como una victoria personal, "lo ha conseguido sin saber muy bien por qué, no se lo merece, una reducción porque sí, después de que he luchado tanto por una condena”.

Las razones de la rebaja de condena

Su tío había sido condenado en diciembre de 2018 a 11 años de prisión, siendo el máximo estipulado en el Código Penal para ese delito 12 años de cárcel. Tras la revisión, su pena se queda en 10 años y 6 meses. El auto de la Audiencia de Sevilla especifica que "teniendo en cuenta que el delito fue de carácter continuado y que concurrió el subtipo agravado de abuso de superioridad o convivencia la pena debe imponerse en la mitad superior -de 9 a 12 años- y dentro de esa mitad superior en la mitad superior -de 10 años y 6 meses a 12 años-, por lo que la pena mínima de prisión imponible sería en este caso de 10 años y 6 meses de prisión, inferior a la que antes se impuso como mínima, que fuese 11 años de prisión".

Esta rebaja de la condena es recurrible pero Lucía tira la toalla: “Hemos pensado recurrir, pero no es factible porque realmente no va a llegar a ningún sitio. Otra vez meterte en papeleo y al final la ley lo está amparando a él”

Le pedimos, por último, que mande un mensaje directo a los/as políticos/as que tengan encima de la mesa la rectificación de la ley. Resopla, le cuesta arrancar, hasta que se lanza “piensa en nosotras, que ya está bien, que tenemos que ser las principales, que tenemos que dejar de ser las secundarias, los daños colaterales. Rectificad y ayudadnos”.

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