Ingresado en la UCI por ingerir detergente corrosivo confundido con mosto en un chiringuito de Mutriku

Un joven de 18 años permanece ingresado en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Donostia desde la noche del miércoles, tras sufrir graves quemaduras en la garganta al ingerir un detergente corrosivo para lavavajillas, confundido con mosto, en un chiringuito ubicado en la playa Ondarbeltz de Mutriku. El incidente, resultado de una cadena de errores, mantiene al joven con pronóstico reservado, aunque su evolución, dentro de la gravedad, parece favorable. El dueño del local vertió parte del detergente en una botella más pequeña, de mosto, sin etiquetarla, sin apartarla del lugar reservado para las bebidas. Una camarera, desconocedora de ese cambio, sirvió la petición del cliente que le causó, nada más ingerirlo, una quemazón insoportable y su ingresó urgente en un hospital.

El suceso ocurrió cuando el joven, natural de Elgoibar, acudió al chiringuito acompañado de un amigo tras pasar la tarde pescando en las proximidades. Pidió un mosto para refrescarse, pero la bebida servida contenía un detergente corrosivo que le provocó una intensa quemazón en la boca y la garganta al primer sorbo. Según relata el propietario del establecimiento, visiblemente afectado, él mismo trasvasó parte del detergente de un recipiente grande a una botella vacía de mosto para llevarlo a casa, dejándola unos minutos en la barra sin etiquetar. "Soy el responsable, la culpa es mía. Solo pido que el chico se recupere pronto", confesó compungido al equipo de este medio. La camarera, ajena a esta acción, sirvió la botella al cliente, desencadenando la tragedia.

Ha ingresado en la UCI

El joven fue trasladado de inmediato al hospital de Mendaro tras alertar del ardor insoportable. La primera valoración médica reveló graves quemaduras en la boca y la garganta, lo que motivó su traslado urgente a la UCI del Hospital Donostia. La familia del afectado ha presentado una denuncia ante la Ertzaintza, que acudió al chiringuito para tomar declaración a los testigos. Una inspección de Sanidad no encontró irregularidades en el local, pero el caso se centra en el grave error del responsable, quien deberá responder ante la justicia.

Algo parecido ocurrió en Eibar hace 15 años

Este incidente evoca un trágico suceso ocurrido hace unos 15 años en Eibar, que dejó una profunda huella en la comunidad. En aquella ocasión, un hombre de mediana edad perdió la vida tras ingerir una sustancia química altamente tóxica que confundió con vino blanco. El líquido, un producto de limpieza industrial, había sido almacenado de manera irresponsable en una botella de vidrio sin etiquetar, guardada en una despensa junto a bebidas comestibles.

Según los informes de la época, el hombre, que se encontraba en su hogar, tomó la botella creyendo que contenía vino blanco, un error que le costó la vida en cuestión de horas debido a las graves lesiones internas causadas por la sustancia corrosiva. La investigación posterior reveló que la botella no tenía ninguna marca o advertencia que indicara su contenido peligroso, lo que llevó a un debate local sobre la necesidad de regulaciones más estrictas para el almacenamiento de productos químicos en entornos domésticos y comerciales. La tragedia conmocionó a Eibar, dejando un legado de advertencia sobre los riesgos de la negligencia en el manejo de sustancias peligrosas.

Ambos casos, el de Mutriku y el de Eibar, subrayan la importancia de extremar las precauciones en el manejo y almacenamiento de productos químicos, así como la necesidad de etiquetar claramente cualquier recipiente que contenga sustancias tóxicas para evitar desenlaces fatales.

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