El Gobierno, en voz de la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría, ha aprovechado la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros para trasladar al pueblo gallego sus más "sentidas condolencias" por el descarrilamiento que ha tenido lugar la víspera de la festividad del Apóstol y que según datos de la Policía ha dejado al menos 78 muertos, aunque un balance anterior lo había elevado a 80 fallecidos.
Santamaría ha querido agradecer al conjunto de todas las instituciones las labores desempeñadas, así como también ha dado un especial mensaje de agradecimiento a los vecinos que voluntariamente ayudaron desde el momento del accidente, auxiliando a los heridos o portando mantas con las que cubrir a los fallecidos. También ha hecho mención especial a la Xunta de Galicia.
El Gobierno ha querido reiterar su compromiso con todos los afectados por el siniestro, "no van a estar solos" y además Santamaría ha asegurado que no se "escatimará en esfuerzos". La vicepresidenta ha destacado que en tragedias como la ocurrida el pueblo español ha demostrado que es "generoso, solidario y sabe permanecer unido en los momentos más difíciles.
Sáenz de Santamaría ha comparecido junto a los titulares del Interior, Jorge Fernández Díaz, y Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro, todos ellos de riguroso negro en el primer día de luto oficial, de los siete decretados por la Xunta de Galicia y de los tres declarados por el Gobierno.
