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Coronavirus

La madre de una niña con autismo, sobre el confinamiento: "Si mi hija no sale corre el riesgo de autolesionarse"

El estado de alarma ha complicado la situación ya por si difícil de las familias con menores con autismo. Katherina tiene 16 años y sufre autismo severo, discapacidad intelectual severa y epilepsia. Sus padres piden ayuda porque si no sale a la calle se autolesiona.

En resumen
  • Hasta ahora acudía a un centro especializado donde hacía actividades durante ocho horas
  • La actualización del Real Decreto del estado de alarma incluye que personas con gran discapacidad puedan pasear en lugares abiertos.

Las familias con niños con autismo piden ayuda en estos días de confinamiento por el coronavirus. Su día a día es complicado y necesitan ayuda de profesionales y centros especializados para ayudarles con sus hijos. La rutina es importante y el estado de alarma ha puesto su mundo patas arriba.

Katherina tiene 16 años y sufre autismo severo, discapacidad intelectual severa y epilepsia. Su familia cuenta que si no sale a dar un paseo a la calle se autolesiona, les pega y entra en una situación de desesperación que la lleva a romper todo lo que encuentra a su paso. Los padres aseguran que han tenido que recurrir a los ansiolíticos para calmarla.

Están activos todo el día, no se entretienen con videojuegos o viendo la televisión

Los recursos que utilizan otras familias con sus hijos para mantenerlos entretenidos no sirven en este caso porque los niños con autismo pasan activos casi todo el día. No pueden hacer uso de vídeojuegos, ni de los móviles, no se tranquilizan viendo la tele o leyendo.

Alexandra es la madre de Katherina, antes de esta crisis llevaba a su hija a un centro de educación especial donde pasaba ocho horas hasta las cuatro de la tarde. Allí recibía educación sensorial, natación, pintura y salía de paseo. Ahora, en 24 horas ha pasado de cubrir todas sus necesidades de actividad a tener que estar en casa Katherina no lo entiende y se enfada.

La niña se autolesiona y golpea a sus padres

La irritación y la frustración provocan que se autolesione, se golpea la cabeza y golpea a sus padres.

Para poder mantenerla tranquila su madre confiesa que tiene que darle ansiolíticos para que no se haga daño y para poder al menos separarse de ella unos metros sin riesgo a que sufra algún percance. Teme que todos estos medicamentos también le produzcan más efectos secundarios.

La situación es desesperada para los niños pero también para los padres porque no pueden descansar ni un solo minuto. La buena noticia es que la actualización del Real Decreto del estado de alarma incluye que personas con gran discapacidad como Katherina puedan pasear en lugares abiertos.