Embarcación Astral de la ONG Proactiva Open Arms

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POR SU LABOR EN EL RESCATE DE REFUGIADOS

El dueño de una embarcación española de rescate: "No es necesario que los refugiados mueran"

"No es necesario que los refugiados mueran", bajo esta premisa Óscar Camps, director de la ONG Proactiva Open Arms, un día decidió dejar un ser un mero espectador en la crisis de los refugiados y pasar la acción. "Dejamos de conmovernos y nos movimos", ha explicado tras recibir la medalla del Premio Ciudadano 2016 del Parlamento Europeo.

El director de la ONG Proactiva Open Arms, Oscar Camps, recibió el pasado viernes, en nombre de su organización, la medalla del Premio Ciudadano 2016 del Parlamento Europeo por la labor que realizan para rescatar a inmigrantes y refugiados que tratan de llegar a Europa cruzando el Mediterráneo.

Se trata, según Camps, de un premio que "hubiera sido mejor que lo mereciera la Comisión Europea": "No es necesario que los refugiados mueran. Pase lo que pase después, ocurra lo que ocurra en tierra, no es necesario que mueran en el mar", ha insistido tras recibir el galardón.

Sin embargo, recrimina que la actuación por parte de la UE en el mar se limita a combatir a las mafias que fletan las embarcaciones y a vigilar las costas, sin dedicar una operación específica al salvamento de las personas que viajan hacinadas los botes, en su mayoría con pocas posibilidades de llegar a tierra.

Según ha explicado, las actuaciones de las organizaciones y de las administraciones una vez estas personas llegan a tierra "podrán ser discutibles" pero "ya no es una cuestión de vida o muerte" como el hecho de asegurar que llegan a tierra antes de naufragar.

Camps era el responsable de una empresa española de salvamento marítimo que, ahora hace un año, se movilizó tras ver las "imágenes sobrecogedoras y conmovedoras" sobre lo que estaba pasando durante el verano en las costas europeas con los inmigrantes y refugiados que trataban de llegar a Europa.

"Ya no era África o Turquía sino en las costas europeas. No nos lo creíamos y decidimos ir a echar una mano a ver si de verdad estaba pasando lo que estaba pasando. Dejamos de conmovernos y nos movimos", explica.

El responsable de la empresa creó una organización junto con sus socorristas, Proactiva Open Arms, inició una campaña de recaudación para reunir el dinero suficiente y viajaron hasta las costas griegas a donde llegaban las pateras fletadas por mafias para transportar personas que intentan entrar de forma irregular en Europa.

"Allí no había nadie, solo había algunos grupos de voluntarios que intentaban ayudar como podían con ropa seca, pero no había representantes ni de ninguna organización grande ni de la administración griega ni, desde luego Europea", ha recordado.

Según explica, cuando llegaron embarcaciones de Frontex a trabajar sobre el terreno lo hicieron con la misión de "disuadir" a las embarcaciones de acercarse a las costas europeas y "vigilar".

Los voluntarios de Proactiva Open Arms afirman haber sido testigos de primera mano de "numerosísimos naufragios y de miles de muertes" de los ocupantes de las embarcaciones que cruzan el Mar Egeo y el Mediterráneo en dirección a Europa en unas condiciones en las que tienen "una posibilidad de llegar sobre tres de naufragar" debido a las malas condiciones de los botes que fletan las mafias, el hacinamiento y las escasas medidas de seguridad de que disponen.

Movilizar a la sociedad frente a la inacción de los Gobiernos

Al ser consultado por la "apatía" de parte de la sociedad frente a los refugiados, considera que la causa es la "falta de información". "Si los ciudadanos conocieran todo lo que está pasando seguramente tendrían otra opinión", asegura.

Además, cree que las corrientes de extrema derecha que crecen en algunos países europeos y que rechazan la entrada de refugiados en Europa "están fundamentadas en algunos atentados pero la realidad es otra".

"La realidad es que hay guerras y que las guerras están movilizando a millones de personas, a familias enteras que tienen que huir de la persecución y de la guerra", señala. En todo caso, recuerda que los países europeos "se deben a la Convención de Ginebra sobre los Derechos Humanos", pese a "no cumplir con sus obligaciones" como a su juicio está ocurriendo.

Y apostilla: "No podemos no hablar de ello, nos toca exigir a nuestros representantes políticos que se cumplan los acuerdos, de la misma manera que debemos exigir que se cumplan las cuotas a las que nos comprometimos".

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