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Coronavirus

Día de tristeza, dudas y cálculo de pérdidas en Valencia tras el aplazamiento de las Fallas por el coronavirus

Este miércoles se celebran reuniones para buscar alternativas a los efectos del coronavirus en las fiestas falleras. La Generalitat y los sectores afectados analizarán las pérdidas y qué hacer con los monumentos destinados a arder. El gremio de falleros dice que el coste de volver a trasladar los monumentos es inasumible.

En resumen
  • La comunidad valenciana están en shock, este miércoles el presidente de la Generalitat se reúne con artistas falleros para buscar alternativas
  • Este año se habían gastado casi 8 millones de euros en 761 monumentos, las pérdidas pueden rondar los 750 millones
  • Se esperaba la llegada de un millón de visitantes para disfrutar de unas de las fiestas más conocidas del mundo
  • El aplazamiento de las Fallas es la consecuencia de mayor impacto social hasta ahora de una epidemia en España

El día después del aplazamiento de las Fallas de Valencia 2020 mantiene en vilo a una comunidad que se pregunta si habrá una nueva fecha para la celebración. La sensación es de tristeza caminando por las calles engalanadas para las fiestas y entre monumentos falleros a medio montar detenidos en el tiempo por culpa del coronavirus.

El aplazamiento deja en el aire muchas preguntas, ¿se pueden recuperar los casi ocho millones de euros invertidos en los 761 monumentos que iban a arder el 19 de marzo? Los artistas falleros aseguran que es inviable volver a trasladar las figuras a los talleres y se preguntan quién se encargará ahora de retirarlas

La Generalitat ha hecho una primera propuesta tras el aplazamiento por el coronavirus para trasladar las fallas de los artistas hasta las instalaciones de Feria Valencia, un espacio lo suficientemente grande para que puedan entrar todas.

Decenas de miles de personas se van a ver afectadas por el aplazamiento o la suspensión. Las pérdidas pueden rondar los 800 millones de euros y afectar a miles de personas, entre artistas falleros, músicos, empresas del sector servicios, textil y de peluquería, hostelería y restauración, floristería o pirotecnia.

Hay además toneladas de pólvora por estallar por la suspensión de mascletás -no solo la oficial de cada día en la plaza del Ayuntamiento sino las de cada barrio- y castillos de fuegos artificiales, las verbenas y otros actos festivos.

Además, docenas de puestos de comida, sobre todo buñuelos y churros, están repartidos por la ciudad después de abonar un canon por tener este negocio en plena vía pública.

Para muchos sectores puede ser la ruina y piden ayuda para superar esta crisis de salud pública.