Málaga

La desesperación de Robert: le roban la silla de ruedas dentro de su propio edificio

La silla manual incorporaba un motor de la marca Handbike-Wella que le costó más de 4.000 euros y él vive de su pensión.

Una persona en silla de ruedas

Una persona en silla de ruedasPixabay

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La vida de Robert cambió por completo cuando tras una operación para ponerle un bypass, su médula se vio afectada, tal y como cuenta el Diario Sur. Tiene 42 años y desde hace tres vive en Las Lagunas (Mijas) junto a su madre y su hermana.

Con motivo de esta operación, necesita una silla de ruedas motorizada para desplazarse, con lo que consigue algo más de independencia dentro de los problemas que se ve obligado a afrontar. Desde el pasado 21 de noviembre, se ha visto sin ella debido a un acto bastante lamentable, cuenta el citado medio.

Un ladrón le robó la silla de ruedas en el mismo rellano del ascensor del edificio en el que vive a media tarde. Ocurrió después de que Robert llegara a casa tras hacer unas compras. Lo que hizo para entrar en el ascensor fue meter primero las bolsas, dejar la silla en la puerta y subir a casa para colocar la compra.

Robert no puede caminar prácticamente debido a que la lesión que tiene le genera muchos dolores neuropáticos. Explicaba al medio que no le funcionan los músculos de la parte posterior y prácticamente "no puedo moverme". Es por lo que tan solo andar esos pasos que separan el ascensor de la puerta de su casa es muy complicado para él.

En aquel momento, cuando volvió a bajar tras descansar un rato, una "media hora" cuenta, la silla no estaba donde la había dejado.

Él ni siquiera se imaginaba que alguien se la pudiese haber llevado: "no imaginaba que alguien pudiera robar a un discapacitado. Eso es ser peor que una rata", explica al medio citado.

Al recurrir al presidente de la comunidad para consultar si algún vecino podía haberla cambiado de lugar, se visionaron las cámaras de seguridad. En el vídeo se puede observar cómo un joven con una gorra coge la silla de ruedas y abandona el portal del edificio con ella.

La silla manual incorporaba un motor de la marca Handbike-Wella que le costó más de 4.000 euros y él vive de su pensión.

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