Pedro Sánchez ha insistido en que el plan de desescalada del coronavirus en España será gradual y asimétrico. Esto significa que todas las provincias entrarán en la fase uno el próximo 11 de mayo, pero a partir de ahí, algunas podrán tomar la delantera.
Cada 15 días, el Gobierno decidirá si cambia la situación en cada territorio durante las fases de desescalada del coronavirus. Lo hará a través de unos marcadores que definirán en que situación se encuentra cada provincia.
El primer marcador será la capacidad sanitaria de la que disponga esa provincia: número de camas UCI y la disponibilidad de sus hospitales y de atención primaria.
En segundo lugar se tendrá en cuenta la situación epidemiológica en la zona durante el desconfinamiento del coronavirus.
El tercer criterio dependerá de que cada provincia haga bien sus deberes en las distintas fases de desescalada del coronavirus: que haya tomado las medidas de protección en trabajos, medios de transporte y comercios
Por último se tendrá en cuenta los datos de movilidad y datos socioeconómicos. Estos marcadores serán públicos y transparentes, aunque será el gobierno el que marque el ritmo de la tan ansiada desescalada del coronavirus en España.
