Cádiz

Cuando 48 escalones son 48 barrotes, el día a día de un hombre de Cádiz en silla de ruedas

Paco, de Puerto Real en Cádiz, ve la vida pasar desde un rellano. Tras la amputación de parte de un pie se tiene que desplazar en silla de ruedas, pero no puede pasar del portal de su vivienda porque su calle, de propiedad municipal, está formada por 48 escalones.

Las escaleras de la calle Malagueña

Las escaleras de la calle MalagueñaImagencedidas por Tele Puerto Real

Publicidad

La puerta de la casa de Paco no desemboca en una calle, lo hace en una escalera. Si toma el camino hacia la derecha tendría que subir 20 escalones y si opta por el de la izquierda estaría obligado a bajar 28. Ninguna de las dos opciones es válida para él, ya que una diabetes lo dejó en una silla de ruedas al tener que amputarle parte de un pie. Son 48 escalones que se han convertido para él en 48 barrotes.

Un paseo, un recado o una cita médica son actividades cotidianas a las que Paco no puede enfrentarse solo. Obligatoriamente necesita a alguien de apoyo para poder subir o bajar las empinadas escaleras de su calle, "no quiero estar molestando a mi hermano, a mi cuñado o a un chaval que vive ahí enfrente cada vez que tengo que ir al médico", responde Paco a Diario de Cádiz. Remarca que incluso con ayuda no es fácil "yo así no puedo seguir porque las paso canutas para bajar y para subir. En cada escalón veo las estrellas", asegura el protagonista del artículo.

El periódico gaditano publica la historia de Paco González, de 65 años, y de cómo su casa de la calle Malagueña en Puerto Real se ha convertido en una cárcel para él. Una vía que consiste en una sucesión de escalones en la que el único descansillo es por donde se accede al portal del bloque de cuatro viviendas.

La calle pertenece al ayuntamiento gaditano

Esta calle con problemas de accesibilidad, según la publicación gaditana, pertenece íntegramente al ayuntamiento puertorrealeño, al que la familia de Paco se ha dirigido reclamando una solución. "En el Ayuntamiento dicen que entienden la situación pero que no hay dinero. Me he reunido con la alcaldesa y también tomé la palabra en el pleno para explicar la situación de mi hermano porque necesita una solución y ya no podemos seguir esperando más", asegura Manuel González, hermano de Paco, a Diario de Cádiz.

La opción que les plantearon desde el consistorio sería una ayuda económica parcial para la adecuación de la calle, "nos han visitado de la EPSUVI (Empresa Pública de Suelo y Vivienda) y nos han dicho que podemos optar a una subvención de accesibilidad, que sería de un máximo de 18.000 euros, pero el resto lo tendría que pagar mi hermano o entre los cuatro vecinos y eso no es posible", responde Manuel al periódico gaditano. "Yo lo que cobro son 800 euros después de casi 40 años trabajando de camarero y no puedo pagar eso. Además de que es una calle del Ayuntamiento, no mía", añade Paco.

La respuesta del ayuntamiento

Lorena Díaz, concejala de Servicios Sociales del ayuntamiento de Puerto Real respondió a esta familia que "entendemos la situación y apostamos por hacer accesible todo el municipio. Es verdad que la primera herramienta que tenemos es esta convocatoria de ayudas de accesibilidad que financian un 80%. Es un primer paso y la EPSUVI se compromete para ayudarle a presentar la solicitud, cuyo plazo se abre entre febrero y marzo", e incluso comprometiéndose a "asumir ese 20% restante".

Para Paco y Manuel, según refleja la publicación, esta alternativa propuesta por la administración no les acaba de convencer. Por un lado, se plantean que el proceso para tramitar la subvención puede dilatarse demasiado en el tiempo, incluso que no lleguen a concedérsela. Además, se preguntan si un ciudadano de a pie puede pedir una ayuda económica para modificar un espacio público.

Publicidad