Guerra Ucrania-Rusia
Cerca de 170.000 ucranianos acogidos en España viven el primer aniversario de la guerra a 3.000 kilómetros de su patria
Muchos países, sobre todo de la Unión Europea y de América, se han convertido en el nuevo hogar de millones de ucranianos que se han visto obligados a huir de la guerra. España ha concedido cerca de 170.000 permisos a estos refugiados en apenas unos meses. Su adaptación constituye todo un reto para las autoridades y, sobre todo, para ellos.
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Hace dos décadas que Djanna echó raíces en España, sin embargo, la invasión rusa le ha afectado de lleno. Totalmente integrada, está casada con un español y es madre de una niña. Todo bien hasta que llegó la guerra. En su caso tuvo que rescatar a varios familiares, entre ellos a su padre.
"Imaginaos: o sea, tú tienes todo resuelto y estás viviendo tus últimos años ¿se puede decir? feliz, tranquilo, en tu país, con tu familia, con tus amigos, y de repente te tienes que ir, porque están volando bombas... no entiendes nada. ¿Por qué? Está muriendogente, ¿porqué? ¿Qué hemos hecho? No hemos invadido a nadie, no hemos hecho nada", afirma angustiada.
Como la mayoría de sus compatriotas, Djanna colabora con lo mejor que sabe hacer. "En mi caso personal, yo, con unas amigas sopranos, yo soy cantante de ópera, hemos organizado varios conciertos benéficos para reunir algo de dinero para poder enviar y apoyar a los civiles", asegura orgullosa esta artista, muy en contacto con otros cantantes como ella que recalan en nuestro país.
España es el cuarto país de la Unión Europea en número de ucranianos acogidos
En unos pocos meses España ha acogido a cerca de 170.000 ucranianos. Su integración constituye todo un reto. Con el fin de mitigar la nostalgia muchos ucranianos que viven en España acuden a tiendas como Ucramarket, en Madrid, donde encuentran los embutidos, los dulces, las sopas, las bebidas de su país, pero además de como nexo, de lo que dejarán 3.000 kilómetros atrás, estos comercios han servido canalizar la ayuda de nuestro país hacia Ucrania. "Comida, productos higiénicos, medicamentos... vino mucha gente para echar una mano. De aquí salieron tres camiones a Ucrania", comenta Marina, trabajadora de este comercio cercano a la Estación de Atocha de Madrid. "Hablamos, reímos, lloramos", añade emocionada.
Los ucranianos en España se debaten entre la preocupación y la esperanza
Muchas lágrimas, sí, pero de momento los ucranianos no pierden la esperanza. "No os preocupéis. Ucrania está tan fuerte espiritualmente, y tiene tanta voluntad, tanta fuerza, tanta motivación que vamos a vencer", concluye Djanna esperanzada.
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