Publicidad

HA OCURRIDO EN GIRONA

Cárcel por violar repetidamente a su hijastra de 12 años y dejarla embarazada

La niña llegó a España desde Honduras en 2006 para convivir con su madre y la pareja de ésta. Al poco tiempo comenzaron los tocamientos y después las violaciones bajo amenazas varias veces a la semana a la niña de 12 años. Los hechos se descubrieron cuando otra hermana vino a España. La madre echó de casa a su pareja, pero no lo denunció. Al poco tiempo descubrieron que la pequeña, entonces con 13 años, estaba embarazada. La actual pareja de la joven, con los años, volvió a ver al padrastro y le dio una paliza. Cuando lo detuvieron, contó lo ocurrido a los agentes.

La Audiencia de Girona ha condenado a Edal Adalid González Amador, el vecino de Girona que violó repetidamente a su hijastra de doce años entre 2007 y 2008 y la dejó embarazada, a catorce años, tres meses y un día de cárcel.

La fiscal solicitó en la vista oral que se celebró a mediados de noviembre una pena siete meses superior a la finalmente impuesta por un delito continuado de agresión sexual con la agravante de parentesco y superioridad, mientras que la defensa reclamó la absolución.

Ahora, la sentencia de la sección tercera de la Audiencia de Girona, de la que ha sido ponente la magistrada Sonia Losada, condena a este hondureño como autor de un delito continuado de abusos sexuales a una menor de trece años.

El escrito considera probado que, en noviembre de 2006, la niña, de once años, llegó de Honduras para convivir con su madre y la pareja de ésta en el domicilio familiar, que compartían desde 2005. Al poco tiempo, el acusado empezó tocamientos que la menor le explicó a su madre y, al tener conocimiento de ello, inició la serie de violaciones bajo amenazas.

Las agresiones se repetían varias veces a la semana mientras la madre trabajaba y cesaron en 2008, poco después de que una hermana mayor de la víctima llegase de Honduras y fuese a vivir al mismo piso. La hermana detectó en seguida que algo pasaba y, tras insistir dos semanas, la menor le confesó los hechos que le fueron comunicados a la madre, que echó al marido pero optó por no denunciar para evitar que se estigmatizara a la niña.

En marzo de ese año, descubrieron que la víctima, que tenía trece años, estaba embarazada y ésta abortó, algo que según la magistrada le ha generado "un daño psicológico que ha influido en su desarrollo", además de "una tensión afectiva negativa" hacia su progenitora por no haber denunciado lo sucedido.

Años después, en abril de 2015, cuando la actual pareja de la chica se encontró al padrastro una noche le pegó una paliza por la que fue detenido. Al ser interrogado por los Mossos, el joven les explicó que el hombre había pegado y había violado repetidamente a su novia de pequeña, por lo que los agentes llamaron a declarar a la víctima, que confirmó los hechos.

Además de la pena de prisión, la sentencia condena al procesado a indemnizar a la joven, que mañana cumple veintidós años, con 30.000 euros.

Publicidad