Volcán La Palma

Así ha cambiado el paisaje de La Palma un mes después de la erupción del volcán

La erupción del volcán de Cumbre Vieja el pasado 19 de septiembre ha cambiado el paisaje de La Palma. Este es el antes y el después de la isla.

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La erupción del volcán de La Palma está a punto de cumplir un mes y en ese tiempo las cosas han cambiado. Cuando comenzó la erupción el pasado 19 de septiembre solo tenía unas pequeñas bocas de las que salía el magma, ahora la imagen es otra porque el volcán está mucho más explosivo y expulsa mucha más lava. El Cumbre Vieja también ha cambiado el paisaje de la isla.

El primer cambio del paisaje es la propia montaña que ha formado el volcán. Esa montaña no existía antes de la erupción y esto va a obligar a cambiar los mapas. El segundo cambio es el de la destrucción porque hay barrios como el de Todoque que ya no existen y se encuentran debajo de la lava. También hay carreteras desaparecidas y paisajes que la ceniza ha dejado irreconocibles.

El antes y el después de la isla de La Palma

De cantar goles, al silencio. La lava a engullido el campo de fútbol de La Laguna y ha arrasado la portería que le dio tantas victorias al equipo Argual. "Hay que prepararse para volver a empezar, de cero, pero volver a empezar de cero", dice Kevin Zamora, uno de los jugadores. Bajo la colada hay décadas de emociones y recuerdos.

En su destructivo camino, la colada ha destruido un supermercado que abrió sus puertas hace 4 años y ahora el volcán las ha cerrado para siempre. "Intentando mantener la cabeza fría y el corazón bombeando fuerte y empezar de cero", asegura Tomás Barreto, el dueño del 'Spar'.

La lava también ha destruido el emblemático restaurante Altamira de Todoque en su camino al mar. Casas destruidas y gasolineras enterradas por la ceniza. La orografía ha cambiado. Andrés Rodríguez, jefe de Inspectores de Medioambiente, explica que "hay que cambiar los planos y la cartografía de la zona".

Desde el espacio, también se aprecia el antes y el después de la isla. La lava y las cenizas dejan un paisaje negro de magma y desolación.

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