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JAUME PUJOL

El arzobispo de Tarragona inicia los trámites de su renuncia al cumplir 75 años, en medio de la polémica por los abusos sexuales

Este anuncio llega en plena polémica después de que Jaume Pujol afirmase sobre los presuntos abusos sexuales a menores de dos párrocos: "Han podido tener sus errores y han podido tener sus faltas, pero no son tan graves como para poder decir que tienen que ser secularizados, de ninguna forma". Tras estas declaraciones matizó sus palabras a través de un comunicado: "Deseo aclarar que cualquier actuación de este tipo, impropia de nadie y aun más de un presbítero, me parece gravísima".

El arzobispo de Tarragona, Jaume Pujol, cumple 75 años este viernes por lo que, de acuerdo con el Código de Derecho Canónico, ha iniciado ya los trámites de su renuncia, según informa el Arzobispado.

Según el canon 401, un obispo diocesano al cumplir los setenta y cinco años de edad "es rogado que presente la renuncia de su cargo al Sumo Pontífice, el cual, después de sopesar todas las circunstancias, proveerá".

Según este protocolo, el arzobispo metropolitano Jaume Pujol debe presentar su carta de renuncia poniendo a disposición del Papa su cargo. Previendo la proximidad de la edad de jubilación, muchas veces antes de la misma se inicia el proceso de provisión de la sede que quedará vacante, según el Arzobispado.

Corresponde a la Nunciatura Apostólica de cada país, encabezada por el Nuncio, iniciar una serie de contactos con los obispos de la Conferencia Episcopal Tarraconense, algunos de los miembros de la Iglesia diocesana y también con la Conferencia Episcopal Española.

Pujol informó personalmente de que ya se habían iniciado los trámites de renuncia y que la decisión de aceptarla y de nombrar al nuevo Arzobispo depende totalmente de la Santa Sede, dentro de un plazo que puede ser de "semanas, meses o un año".

Este anuncio llega en plena polémica después de que Jaume Pujol afirmase sobre los presuntos abusos sexuales a menores de dos párrocos de Arbeca (Lleida) y Constantí (Tarragona): "Han podido tener sus errores y han podido tener sus faltas, pero no son tan graves como para poder decir que tienen que ser secularizados, de ninguna forma".

Tras estas declaraciones matizó sus palabras a través de un comunicado: "Deseo aclarar que cualquier actuación de este tipo, impropia de nadie y aun más de un presbítero, me parece gravísima".

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