Andalucía
Absuelven a un hombre que fue condenado por violar a su sobrina menor de edad en Jerez: “Está destrozada”
El TSJA tomó esa decisión porque considera que en 2006, cuando ocurrieron los hechos, no se ha podido demostrar si la niña era menor de 13 años.

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La justicia española vuelve a ser centro de polémica tras la absolución de un hombre acusado de violar a su sobrina en 2006, debido a un tecnicismo legal relacionado con la edad de la víctima. El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) determinó que no podía probarse si la menor tenía 12 o 14 años en el momento de los hechos, un detalle crucial ya que, en 2006, solo se consideraban delito los abusos a menores de 13 años.
La víctima es ahora una mujer adulta, sufre trastorno de estrés postraumático crónico, ansiedad y alteraciones del sueño como consecuencia de la agresión. Su madre, Rosario, describe cómo el trauma ha devastado la vida de su hija: "Se llegó a tomar pastillas, la tuve que llevar al hospital. Está destrozada". La denuncia no se presentó hasta 2022, dieciséis años después, cuando Eva rompió su silencio en una reunión familiar. Este retraso es común en casos de abuso intrafamiliar, donde el miedo y la manipulación suelen silenciar a las víctimas.
Un trauma que perdura
A Rosario se le ha grabado en la memoria el día en que su hija le contó todo. Y que el violador era su propio hermano -el tío de la víctima-, mientras la visitó en una ocasión en un cortijo. La misma sentencia recoge que el agresor aprovechó el momento mientras ella dormía en el sofá para violarla: “Se hallaba paralizada, no pidió ni ayuda ni gritó”. Después de aquello, la mejor llegó a ingerir pastillas en gran cantidad y su madre tuvo que llevarla al hospital, según su versión.
El fallo se basó en el testimonio contradictorio de una hija del acusado, quien cambió su versión para afirmar que Eva tenía 14 años en 2006. "Se inventó la edad", asegura Rosario, quien denuncia que el sistema judicial priorizó un formalismo legal sobre la protección de las víctimas. Este caso no es aislado: en 2024, el 19.45% de las sentencias por violencia de género fueron absolutorias, según el Observatorio contra la Violencia Doméstica.
Un segundo caso a la otra hija
Las agresiones cometidas no quedaron ahí. Según Rosario, su otra hija también habría sido víctima del mismo hombre. Sin embargo, la joven se niega a continuar con el proceso judicial tras ver el desenlace del caso de su hermana: "¿Para qué voy a hablar? Mira lo que han hecho con mi hermana", afirma la madre. Se dio cuenta, dice, por un comentario que hizo en una red social y comenzó a sospechar. “Tenía 10 años cuando ocurrió”, asegura la denunciante.
Rosario y su familia han modificado por completo sus vidas para evitar al agresor, quien, según ella, las hostiga constantemente. "No puedo ir ni a una fiesta en el barrio... hasta mi nieta me pide que la lleve a ver a su amiga y no puedo", relata . Pese a los reveses legales, la familia mantiene su determinación de buscar justicia y alertar sobre los riesgos de impunidad en casos de violencia sexual.
Este caso refleja un problema sistémico: según UNICEF, uno de cada cuatro adolescentes en España sufre violencia familiar, y las secuelas psicológicas pueden perdurar toda la vida. Mientras, organizaciones como la CIDH denuncian que la impunidad en casos de violencia de género sigue siendo alarmante en todo el mundo.
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