Antes se enfriaban a unos 8 grados, se trasportaban en una nevera y el tiempo de vida de unos pulmones donados se limitaba a 8 horas. Había que correr, pero se ya se ha conseguido que puedan resistir 24 horas fuera del cuerpo humano, funcionando como si estuvieran ya implantados. Esto favorece mucho el éxito en trasplantes de pulmón ya que se van conservando a la misma temperatura que tiene el cuerpo.
La primera operación después de uno de estos traslados se ha llevado a cabo en el Hospital Puerta de Hierro. Los pulmones que implantaron al paciente recorrieron más de 200 kilómetros respirando solos. Tras 20 días en el hospital ya está en casa. El sistema se llama "perfusión exvivo portátil". Los pulmones funcionan gracias a un respirador y a una bomba, protegidos por un film de plástico que hace las veces de pleura. A lo largo del camino se realizan varios pruebas para, para comprobar que siguen bien antes de implantarlos.
El resultado de este sistema ha sido tan positivo que ya se considera un hito en el futuro de los trasplantes.