¿Cómo distinguir la bronquiolitis de la gripe o la COVID-19?

Con la llegada del frío a los hogares con niños llegan irremediablemente los mocos y las toses. Los padres saben que no hay invierno sin catarro en época de guardería o colegio y algunos acaban haciéndose especialistas en todo tipo de infecciones respiratorias, porque en los tiempos que nos ha tocado vivir conviven las gripes, las bronquiolitis y la COVID-19.

Es complicado diferenciar las distintas infecciones respiratorias ya que todas presentan síntomas similares y ocurren principalmente en los meses de otoño e invierno. Pero es importante conocer cuáles son las señales de alarma que han de hacernos ir a nuestro centro de salud más cercano o servicio de Urgencias y qué otras indican que podemos tratar al pequeño en casa, que además en el contexto actual de huelga de la Atención Primaria nos evitará esperas innecesarias rodeados de otros virus.

Síntomas de las principales infecciones respiratorias

• El catarro o el resfriado es uno de los motivos más frecuentes de consulta en pediatría. Se caracteriza principalmente por dolor de garganta, tos, mucosidad ... y suele asociarse con fiebre, pero con una duración corta, entre 2 y 3 días. En el caso de la gripe la fiebre suele ser más elevada y puede asociar decaimiento y malestar en general. Si hablamos de niños mayores pueden referir dolor de cabeza o dolor muscular y en el caso de los más pequeños puede cursar con un cuadro más inespecífico cursando únicamente con fiebre.
• La bronquiolitis afecta a niños menores de 2 años. Suele comenzar como un cuadro catarral a veces con fiebre asociada y es típica la aparición en días posteriores de dificultades respiratorias. Esta dificultad en lactantes menores puede manifestarse como rechazo de la alimentación.
• La infección por Sars-Cov-2 en niños suele tener un curso leve; la fiebre y febrícula o la tos son los síntomas más frecuentes. La pérdida de olfato y gusto son síntomas muy característicos de esta enfermedad. Pueden presentarse gran cantidad de síntomas como diarrea, dolor a diferentes niveles, incluso sensación de falta de aire

Todos estos cuadros corresponden a infecciones respiratorias víricas que cursan durante una o dos semanas sin precisar tratamiento específico y en todos estos casos podemos ofrecer algunas medidas de control para hacer que el niño se encuentre mejor.

¿Qué hay que hacer?

• Ofrecer líquido frecuentemente para que el pequeño esté hidratado
• Lavados nasales con suero fisiológico si tienen muchas secreciones
• Administrar paracetamol o ibuprofeno (infantiles) si tienen fiebre
• Elevar el cabecero de la cama o la cuna para disminuir la sensación de dificultad respiratoria
• No fumar delante de los niños

Señales de alarma

• Dificultad respiratoria que se manifiesta como una respiración más rápida en la que se marcan las costillas e incluso como una respiración ruidosa
• Mal color del niño
• Cambios en el comportamiento como decaimiento irritabilidad o rechazo de la alimentación

Si el niño presenta algunos de estos síntomas recomendamos que acudan urgentemente a su centro de salud o servicio de Urgencias más cercano. Cuando existe la sospecha de que el niño puede haberse contagiado de COVID-19 hay que extremar las precauciones para evitar más infecciones. Las medidas recomendables son:

• Uso de mascarilla
• Lavado frecuente de manos
• Lavado de superficies
• Distanciamiento social de alrededor de unos 2 metros

Todas estas medidas son aplicables a cualquier otra infección respiratoria. Pero los expertos advierten de que si los padres sospechan que su hijo puede tener COVID-19 hay que contactar telefónicamente con el médico de cabecera. Si el pequeño se encuentra bien y no presenta síntomas de alarma no es necesario acudir presencialmente a Urgencias o centro de salud pero si presenta algunos de los síntomas de alarma explicados sí.

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