Unión Europea
Úrsula Von der Leyen quiere otros 5 años más como presidenta de la Comisión Europea
La presidenta de la Comisión, Ursula Von der Leyen ha comparecido ante su grupo político para explicar su decisión de buscar un segundo mandato. No excluye llegar a acuerdos en el futuro con la extrema derecha, pero marca sus líneas rojas: “nunca pactaré con euroescépticos, con los amigos de Putin o con los que no defiendan nuestros valores democráticos”.
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Era un secreto a voces en los pasillos de Bruselas, pero la política alemana ha tardado en confirmarlo en público. Finalmente, ante su grupo político en la Eurocámara, Ursula Von der Leyen ha anunciado que será la cabeza de cartel del PPE en las elecciones europeas del próximo 9 de junio. Y, según las encuestas, tiene muchas posibilidades de conseguir revalidar el cargo otros cinco años.
Un segundo mandato que estará muy moldeado por las crisis que vive la UE actualmente. Es previsible que sus prioridades estén centradas en la Defensa, -ya ha prometido que creará el cargo inédito de Comisario Europeo de Defensa-, la lucha contra la inflación, las políticas contundentes contra la inmigración ilegal y una relajación del Pacto Verde, para calmar los ánimos de los agricultores.
No pactaré con los amigos de Putin
Otra de las grandes cuestiones de la próxima legislatura será saber si el PPE se abrirá a pactar con formaciones que están más a su derecha dentro del arco parlamentario, ya que se espera que este tipo de opciones ganen terreno. La presidenta de la Comisión ha pedido esperar a tener los resultados, pero ha querido marcar sus líneas rojas a la extrema derecha.
"Para mí es importante trabajar con partidos pro-europeos, pro-OTAN, pro-Ucrania, y con grupos que apoyen claramente nuestros valores democráticos. Me fijaré sobre todo en el contenido de los programas. Aquellos con los que quiero trabajar son los que defienden la democracia frente a los euroescépticos y quienes defienden nuestros valores frente a los amigos de Putin", ha señalado tajante Von der Leyen.
De esta forma, la alemana marca distancias con algunas formaciones que se han mostrado más cercanas a Rusia. El caso más claro es el de Viktor Orban, el primer ministro de Hungría, considerado por algunos como un auténtico caballo de Troya dentro de la UE. Es el líder europeo que más lazos mantiene con Moscú y su gobierno ha supuesto serios problemas en los últimos meses a la hora de aprobar sanciones contra el régimen de Putin.
Von Der Leyen ha insistido en que su línea roja pasa por “si defiendes la democracia, nuestros valores, si eres firme en el cumplimiento del estado de derecho, si apoyas a Ucrania y luchas contra los intentos de Putin para debilitar y dividir a Europa. La respuesta a estas cuestiones de estas formaciones tiene que ser muy clara".
El partido de Orban, el húngaro Fidesz, ya fue expulsado del Partido Popular Europeo, y está en el aire si ahora entrará a formar parte del grupo ECR (grupo de Conservadores y Reformistas europeos), en el que militan ya el partido de la italiana Giorgia Meloni (Fratelli d’Italia), el español VOX, los ultraconservadores polacos del PiS y varios partidos euroescépticos más.
Nominación oficial el 7 de marzo
La nominación de Ursula Von der Leyen tendrá que ser votada y confirmada en el Congreso del PPE que se celebrará en Bucarest el próximo 7 de marzo, una cita donde se espera que también vote el líder del PP español, Alberto Núñez Feijóo. La elección de Von der Leyen era tan evidente que ha sido la única candidata que se ha presentado en el grupo. "Estamos orgullosos de tener ahora a Ursula como la única candidata propuesta", ha asegurado el líder de esta familia política, el también alemán Manfred Weber, a pesar de que es bien sabido en Bruselas que personalmente no se llevan nada bien. “En esta última legislatura la UE ha estado en buenas manos", decía Weber ante las cámaras, con aparente alegría por el nombramiento.
La alemana ha reconocido que tiene por delante varios meses en los que tendrá que compaginar su labor de presidenta de la Comisión, -que no abandonará hasta el último día de mandato-, con su nuevo papel de candidata. “Puedo asegurar que separaré estrictamente mi rol de presidenta, de mi rol en campaña electoral”, ha asegurado.
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