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Abuso policial

Una mujer denuncia una brutal agresión de un policía en los calabozos: "Te voy a enseñar a respetar, hija de puta"

La mujer ha denunciado que, tras ser detenida, recibió una brutal paliza en los calabozos de la comisaría argentina.

En resumen

  • "¿Quién es la loquita que grita? Yo te voy a enseñar cómo se respeta a la comisaría, hija de puta, drogona de mierda", le dijo el presunto autor de la agresión
  • La mujer tuvo que ingresar en el hospital ante las heridas que presentaba tras la agresión

Una mujer ha denunciado la brutal agresión por parte de los agentes de policía que la detuvieron por golpear el espejo de un coche en la ciudad argentina de San Clemente del Tuyú. Gisela Knorr, de 35 años, habría sido víctima de una paliza a manos de la policía en un calabozo de la comisaría.

Los hechos ocurrieron el pasado 10 de octubre pasado cuando la mujer fue detenida por efectivos de la Comisaría Tercera de San Clemente del Tuyú tras protagonizar un accidente de tráfico. Gisela conducía una moto y, sin darse cuenta, golpeó el espejo retrovisor de un coche que en ese momento salía de un hotel.

Según publica Infobae, la dueña del vehículo decidió llamar a la policía y, al personarse en el lugar de los hechos, se la llevaron detenida a comisaría. Una vez allí, la detenida fue presuntamente víctima de una brutal paliza en uno de los calabozos.

La hermana de Gisela ha contado lo que ocurruió a través de una publicación de Facebook. "Ella empieza a reclamar a gritos que le quiten las esposas porque le dolía mucho. Escucha una voz masculina que dice: '¿Quién es la loquita que grita? Yo te voy a enseñar cómo se respeta a la comisaría, hija de puta, drogona de mierda', quien empieza a propinarles constantes golpes en su cara, su cabeza y su cuerpo. La obliga a arrodillarse y continúa golpeándola, dándole la cabeza contra las paredes", relata la hermana .

Según publica el medio argentino, Gisela lucha contra la adicción a la drogas desde hace varios meses, para lo que sigue un tratamiento que incluye el suministro de medicación psiquiátrica. Al verse encarcelada y esposada, "pidió a gritos que la llevasen al hospital, que es paciente psiquiátrica y promete que no va a contar nada", cuenta la hermana.

La mujer estuvo a punto de perder el conocimiento y finalmente fue trasladada al Hospital Municipal de esa localidad, donde se quedó ingresada. Allí fue interrogada por un equipo de psicólogos, a quienes contó que "quién la había golpeado era un hombre alto vestido con camisa blanca con un logo en el medio".

"En ese momento ingresa el Comisario al hospital, presentándose como tal, y el personal allí presente se da cuenta que era él Roberto Romero quien había golpeado salvajemente a mi hermana, ya que se encontraba vestido de la misma forma que la persona que ella declaró culpable de sus lesiones. Esta persona quería llevarse a mi hermana del lugar, a lo que el Equipo de Salud Mental y Médico Clínico no se lo permiten, quedando asentado en la historia clínica", relata la hermana.

El comisario sigue aún en su puesto, a pesar de la investigación que se ha abierto contra él. Gisela, por su parte, tiene una causa abierta por resistencia a la autoridad y lesiones.

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