Guerra Rusia-Ucrania
Ucrania presiona a Europa para que la munición prometida llegue más rápido
Los países europeos mantienen desde hace ya 14 meses un apoyo a Ucrania sin fisuras, tanto desde el punto de vista económico, político y militar. Pero entramos en un momento decisivo de la guerra y Ucrania empieza a ponerse nerviosa porque la munición que se prometió hace más de un mes no termina de llegar.
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Fue un día de celebración. Salía adelante un acuerdo importante. Los ministros de Exteriores y Defensa de la UE, reunidos en sesión especial en Bruselas a mediados de marzo, aprobaban un potente plan de envío de armas al ejército ucraniano. El objetivo era movilizar dos mil millones de euros para el envío urgente de armamento. La mitad del dinero iría destinado a la compra conjunta de munición y con la otra mitad se sufragaría la reposición de todo el material defensivo que los países enviaran de sus arsenales propios. Se calcula que Ucrania necesita un millón de proyectiles en los próximos 12 meses.
El plan comenzó a rodar, pero muy pronto aparecieron algunas dudas sobre cómo ponerlo en práctica. Por ejemplo, sobre si la nueva munición debía ser de fabricación estrictamente europea o también de fabricación extranjera. Potencias como Francia están presionando duramente para que se invierta en la etiqueta "hecho en Europa", -y así potenciar la industria de la defensa comunitaria-, pero otros gobiernos creen que es más importante la rapidez de las entregas, aunque eso suponga comprar fuera.
Estas dudas hacen que el plan todavía no haya sido implementado y, por tanto, las entregas de munición se van a retrasar, algo que no ha gustado nada en el cuartel general del ministerio de Defensa en Kiev.
Duras críticas desde Ucrania
El ministro ucraniano de Exteriores ha cargado contra los europeos por la lentitud a la hora de aplicar cada una de las decisiones. Dimitro Kuleba, en una videoconferencia con los 27 ministros, les ha insistido en la urgencia de la situación y les ha recordado que "los retrasos ahora mismo en Ucrania, se miden en vidas humanas".
El jefe de la diplomacia comunitaria, Josep Borrell, no ha escondido que su colega ucraniano ha sido muy duro en sus críticas. "El ministro Kuleba ha planteado sus demandas con la angustia del que está viviendo una guerra, una agresión bárbara. Ucrania está siendo bombardeada sistemáticamente y es normal que pida con insistencia y urgencia, más y más ayuda, hacemos todo lo posible para cumplir nuestros compromisos".
Las conversaciones seguirán en las próximas horas. Europa se juega su credibilidad. Se juega que el mantra que más repiten las autoridades comunitarias ("apoyaremos a Ucrania el tiempo que sea necesario") no se quede en palabras vacías.
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Josep Borrell asegura que "todos los ministros comprenden la urgencia de la demanda de Ucrania" y se ha comprometido a presionar a las capitales para acelerar las entregas. Dice ser consciente de que la única manera que tiene el ejército de Zelensky de contrarrestar los ataques rusos depende únicamente de la ayuda de los socios occidentales.
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