Trump cambia de opinión y pide a la Fiscal General que publique más documentos del caso Epstein tras la rebelión del movimiento que lo apoya

Donald Trump ha dado la orden a su fiscal general, Pam Bondi, de que haga públicos documentos relacionados con el caso Jeffrey Epstein. Lo hace tras varios días de creciente presión política y mediática, tanto desde su propio partido como desde la oposición.

El presidente americano hace este movimiento tras la publicación de The Wall Street Journal (WSJ) de una carta de tono sexual supuestamente enviada por el propio Trump a Epstein con motivo de su 50 cumpleaños.

La carta sorpresa

La carta, según el artículo del diario neoyorquino, “contiene varias líneas de texto mecanografiado enmarcadas por la silueta de una mujer desnuda, que parece dibujada a mano con un rotulador grueso”. “Un par de pequeños arcos marcan los pechos de la mujer, y la firma del futuro presidente es un garabato de ‘Donald’ debajo de su cintura, imitando el vello púbico femenino. El texto concluye: ‘Feliz cumpleaños, y que cada día sea otro maravilloso secreto”.

Trump asegura que esa carta es falsa y ya ha anunciado que va a demandar al periódico y a su propietario, Rupert Murdoch, por publicar lo que considera "falso, malicioso y difamatorio".

Sólo una parte de los documentos

La orden de Trump a Bondi implica solicitar al tribunal la autorización para hacer públicas las transcripciones del gran jurado que acusó formalmente a Epstein de tráfico sexual de menores. Sin embargo, estos documentos no incluyen pruebas directas sobre las fiestas, amistades o posibles clientes de Epstein, temas que han alimentado años de rumores y teorías de la conspiración.

El propio Departamento de Justicia y el FBI han confirmado recientemente que no existe una supuesta “lista de clientes” famosos, y que Epstein se suicidó en prisión en 2019, descartando las hipótesis de asesinato para encubrir a personalidades de alto nivel.

Trump incumple su promesa electoral

En el contexto político, la estrategia de Trump parece buscar calmar la insatisfacción de su base y frenar la erosión de apoyos ante un escándalo que no logra contener. Este episodio desgasta especialmente a Trump al recordar su antigua relación de amistad con Epstein, así como la promesa incumplida de publicar toda la información sobre el caso, realizada durante la campaña electoral.

Ahora, sectores del movimiento MAGA, núcleo duro del trumpismo, se muestran desilusionados: consideran insuficiente la publicación de documentos procesales —un material menor para quienes esperan revelaciones de gran impacto sobre las redes de encubrimiento y delitos sexuales de Epstein.

No está claro que el tribunal federal acepte levantar el secreto sobre las deliberaciones del gran jurado, que habitualmente se mantienen confidenciales en el sistema judicial estadounidense. La fiscal general Bondi anunció públicamente su disposición para solicitarlo de inmediato: “President Trump, estamos listos para pedirle al tribunal que libere esas transcripciones mañana”.

Trump habla de campaña orquestada

En paralelo, Trump reiteró en su red social que “esta ESTAFA, perpetuada por los demócratas, debe terminar, ¡ahora mismo!”, en referencia a lo que considera una campaña orquestada por sus opositores para dañar su imagen e influir políticamente en un año electoral.

Mientras tanto, el caso Epstein ha salpicado incluso a la votación de la ley de recortes federalesen el Congreso. Una ley que ha quedado eclipsada por el debate sobre la falta de transparencia de la administración Trump, presionada por no publicar los archivos más sensibles del entramado criminal de Epstein.

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