La muerte de George Floyd a manos de un policía el pasado 25 de mayo en Mineápolis, Minnesota, sigue provocando una gran oleada de protestas en varios puntos de Estados Unidos.
La tensión racial tras el abuso desmedido de los agentes de Policía con los ciudadanos negros en Estados Unidos ha echado a miles de personas a la calle para protestar por lo sucedido.
George Floyd murió asfixiado después de ser estrangulado con la rodilla del agente de Policía durante más de ocho minutos, una técnica que se prohibirá tanto en Mineápolis como en Nueva York.
Según un estudio de la CNN, casi dos tercios de las personas inmovilizadas por el cuello durante los últimos ocho años eran de raza negra. Una técnica que vuelve al foco de la polémica tras la muerte de Floyd.
La maniobra consiste en presionar el cuello del individuo con la rodilla para inmovilizarle por completo, dejarle inconsciente o incluso provocar su muerte como en el caso de Floyd. Se trata de una técnica autorizada sólo para su uso en situación de defensa propia o extrema necesidad, algo que ocurría según las imágenes.
Mientras tanto, Donald Trump utiliza a George Floyd para hablar sobre la economía en Estados Unidos, que ha registrado un sorprendente descenso en la tasa de desempleados: "Espero que nos esté mirando, es un gran día para él, es un gran día para todos".
