La entrada de la sala Bataclan

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ATENTADOS EN PARÍS

Un propietario de Bataclan tras el atentado: "Esta sala no cerrará nunca"

En declaraciones a una televisión francesa, Dominique Rever, gerente de la productora copropietaria de la sala, asegura que Bataclan volverá a abrir sus puertas. "Tenemos a toda la profesión que nos respalda", asgura Rever, quien no ha podido determinar cuándo se producirá la reapertura. Dice no saber por qué los terroristas decidieron entrar en la sala, que a lo largo de su historia ya ha sido objeto de amenazas de grupos radicales.

El Bataclan, la sala de conciertos donde se produjo la mayor masacre de los ataques terroristas de París la noche del viernes y que ya había sido amenazada en el pasado, volverá a abrir en una fecha todavía por determinar, según uno de los nuevos propietarios.

"Esta sala no cerrará nunca", afirmó en declaraciones a una televisión Dominique Revert, uno de los gerentes de la productora Alias, que es copropietaria del Bataclan.

Reconoció que por ahora no pueden determinar si reabrirán en una semana, pero "en cualquier caso esta sala va a abrir para espectáculos". "Tenemos a toda la profesión que nos respalda", agregó Revert, quien en otra entrevista a 'Télérama' dijo no saber por qué los yihadistas habían decidido atacar esta sala de conciertos, que se encuentra cerca de la plaza de la República.

"Está claro que como la sala está muy cerca de la entrada, es más fácil penetrar que en el Olympia (otra de las salas más famosas de conciertos de París) donde hay un largo pasillo o el Trianon, con sus escaleras", dijo.

Los tres kamikazes suicidas se hicieron saltar con los chalecos de explosivos que llevaban en los camerinos de los artistas cuando la policía dio el asalto, según las informaciones de Revert, nuevo propietario que adquirió la sala el pasado 11 de septiembre.

Antes, y durante cuatro décadas, el teatro perteneció a los hermanos Pascal y Joel Laloux, hasta que lo traspasaron hace unas semanas. La sala había sido objeto de amenazas de grupos radicales porque acusaban a sus históricos propietarios, judíos, de organizar galas para recaudar fondos para la policía fronteriza del ejército de Israel, el Magav.

En 2011, la policía francesa interrogó a Dodi Hoxha, una francesa de origen albanés y militante de un grupúsculo egipcio próximo a Al Qaeda llamado Jaish al-Isalm y sospechosa de estar vinculada al ataque de esa célula contra un grupo de franceses en El Cairo en el que murió una joven de 17 años, Cécile Vannier.

Hoxha confesó que un belga detenido en Egipto y llamado Farouk Ben Abbes, tenía "un proyecto de atentado contra la sala Bataclan", explicaba entonces el diario francés 'Le Figaro', sin ofrecer más precisiones.

Ya en 2008, el Bataclan había sido objeto de intimidaciones en un vídeo publicado en internet en el que puede verse una decena de jóvenes con la cara cubierta con pañuelos palestinos (kufiyya). En el vídeo se ve cómo los individuos se acercan hasta la sala y le dicen a un miembro de seguridad de la entrada que traslade a los propietarios su exigencia de que deje de albergar la citada gala.

"Si el Bataclan y (la asociación) Migdal organizan, como los años precedentes, una gala para el Magav, la policía de fronteras del ejército israelí, la gente no lo va a soportar y ustedes van a pagar las consecuencias. La próxima vez no vendremos a hablar", decía el cabecilla de la pandilla, en una amenaza verbal.

El pasado septiembre, un hombre de nacionalidad francesa que había estado en Siria y cuyo nombre de pila es Reda confesó que planeaba atentar contra una sala de conciertos en Francia. Aunque el proyecto de atentado no estaba muy avanzado, la Dirección General de la Seguridad Interior (DGSI) se tomó en "serio" la amenaza.

Un antiguo oficial superior de los servicios de inteligencia franceses y actual director adjunto del Centro Francés de Investigación sobre Inteligencia, Alain Rodier, declaró a la revista 'Les Inrockuptibles' que efectivamente el Bataclan estaba "específicamente señalado".

Por otro lado, el grupo de rock californiano Eagles of Death Metal -que estaba actuando cuando se produjo el ataque del viernes en el Bataclan- había tocado el pasado julio en el Barby Club de Tel Aviv, a pesar de que había recibido incluso una carta del líder de Pink Floyd, Roger Waters, pidiéndole que se sumara al boicot a Israel.

Una sala mítica en la noche parisina
La sala Bataclan se abrió al público en 1864 bajo el nombre 'El Gran Café Chino-Teatro Bataclan'. Un edificio simbólico situado en el distrito XI de la capital francesa que alcanzó la fama en la década de 1890 gracias a míticas actuaciones.

La sala ha pasado por grandes cambios a lo largo de su historia. Primero fue reconvertida en un cine que años más tarde se quemó. Sin embargo sobrevivió al incendio y en 1976 fue adquirida por otros dueños que renovaron por completo la programación. Deja de ser un cine y vuelve a ser una sala de conciertos y espectáculos.

En Bataclan han actuado grupos míticos que incluso han grabado numerosos discos en directo. Entre sus paredes han estado The Police, The Cure u Oasis entre otros.

Un templo para los amantes del rock, que según sus actuales dueños nunca echará el cierre.

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