Pavlo, un soldado ucraniano que se prepara para volver al frente en pocos días: "Necesitamos más gente pero sobre todo munición"

Pavlo vuelve a casa. Allí le esperan su mujer y su única hija de tres meses. Hacía mucho tiempo que no regresaba y, ahora, tiene claro que quiere aprovechar al máximo todo el tiempo que tenga posible para estar junto a su hija. Nos cuenta que el motivo de su vuelta a casa por unos días de descanso viene dado por el deterioro de su estado de salud. Allí, en territorio de guerra, las condiciones son extremas con temperaturas muy bajas y noches a la intemperie, causa por la que contrajo una grave neumonía.

Ahora, recuperado de su enfermedad, sabe que tiene pocos días antes de su regreso al frente de Donetsk. Un regreso que le preocupa por las enormes carestías que las tropas ucranianas enfrentan ahora mismo. “Necesitamos más gente, pero el ejército sobre todo necesita munición”, explica con preocupación. Asegura que con la actual escasez que afrontan sólo pueden aspirar a mantener posiciones, pero no a recuperar el territorio que Moscú les quitó al comienzo de la guerra.

Pavlo explica, además, que los soldados están cansados. “Los hombres están exhaustos, sin rotaciones que les permitan descansar desde el primer día de la invasión”. Desde el inició de la Guerra de Ucrania, los hombres ucranianos se apresuraban a los centros de reclutamiento de todo el país para alistarse, dispuestos a morir en defensa de su nación. Hoy, con Rusia controlando aproximadamente una cuarta parte de Ucrania y los dos ejércitos prácticamente estancados en un frente que recorre unos 1.000 kilómetros, ese espíritu por la defensa de su país se ha desvanecido: muchos hombres ucranianos están evadiendo el reclutamiento escondiéndose en casa o con sobornos.

A pocos días del tercer aniversario del inicio de esta guerra, el desafío más urgente de Ucrania es si podrá o no reunir suficientes soldados nuevos para combatir contra el gigante ruso.

¿Nueva legislación para reclutar más soldados?

El Parlamento de Ucrania está considerando una legislación que aumentaría el grupo potencial de reclutas en unos 400.000. Pero esta propuesta no está gustando y obliga a los funcionarios a afrontar cuestiones que afectan al corazón de la nacionalidad: ¿Podrán convencer a suficientes ciudadanos para que sacrifiquen sus vidas? Y, en caso negativo, ¿están dispuestos a aceptar la alternativa?

Vadym Ivchenko, legislador del comité de seguridad nacional, defensa e inteligencia del parlamento, es uno de los que analiza el proyecto de ley: "Sabemos exactamente que, después de esta ley, mucha gente será movilizada, muchos de ellos serán enviados al campo de batalla y muchas familias perderán a sus familiares".

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