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EN DOS AÑOS Y MEDIO DE PONTIFICADO

El Papa Francisco ha cambiado normas centenarias, sacudiendo los cimientos del Vaticano

En el fondo y en la forma, en apenas dos años y medio de Pontificado, el Papa Francisco ha sacudido los cimientos del Vaticano, cambiando normas inamovibles durante siglos. Afrontó desde el primer momento los temas más espinosos de la Iglesia católica.

Ha abanderado la tolerancia cero para la pederastia, ha defendido el perdón del aborto en el Jubileo o el fin de la excomunión para los divorciados. Pequeños cambios pero grandes gestos del Papa Francisco.

“Que Dios os perdone por lo que habéis hecho”, es lo que les dijo a los cardenales cuando le nombraron Papa. Un Pontífice que se aleja del perfil que marcan sus antecesores, siendo más abierto y más directo. Y asombra con sus decisiones y comentarios que no sólo quedan escritos en cartas pastorales o encíclicas.

Durante su vuelo de regreso de Río de Janeiro sorprendió a los periodistas hablando de homosexualidad: “si una persona es gay, busca al señor y tiene buena voluntad quien soy yo para juzgarla”, dijo.

Ha denunciado varias veces la guerra, el maltrato al medio ambiente y las injusticias del sistema económico, un sistema en el que predomina la ley del más fuerte ha dicho.

No es el primer papa que habla de pobreza pero va más allá, siempre que puede rehuye de ostentaciones. Ha asegurado que quiere una iglesia pobre y para los pobres.

En cuanto al papel de la mujer, el Papa considera que ellas  "deben tener más espacio y una  presencia más incisiva de ellas en la iglesia".

También es el impulsor de la cruzada contra la pederastia: "No hay lugar en el ministerio de la Iglesia para aquellos que comenten estos abusos, y me comprometo a no tolerar el daño infligido a un menor".

Hace unos días autorizaba a los sacerdotes a perdonar a las mujeres que hayan abortado siempre que se arrepientan de corazón. Sus iniciativas llaman la atención.

Llevó a cabo la mayor encuesta entre los católicos, al enviar a todas las diócesis del mundo un test para que lo rellenaran los católicos. Quiso saber qué es lo que les preocupa y en que ya no creen.

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