De aristócrata a ingresar en sectas y acabar en prisión por matar a su bebé junto a su pareja, con antecedentes por violación

Constance Marten, una aristócrata británica de 38 años cuya familia es muy cercana a la Casa Real, ha sido condenada junto a su pareja, acusado de violación, por el homicidio de su bebé recién nacido. Dio a luz en secreto, porque ya les habían quitado la custodia de otros cuatro hijos. Es un caso peculiar que ha tenido una gran repercusión en Reino Unido, principalmente porque Constance procede de una privilegiada familia aristocrática cercana a la familia real británica. Su padre fue paje de la reina, pero hace años cayó en una red de sectas, y después conoció a su pareja, Mark Gordon, con un amplio historial delictivo: pasó 20 años en la cárcel por delitos sexuales.

La mujer a veces dejaba de pagar el alquiler y se quedaba a vivir en la calle, rebuscando comida en bolsas de basura o durmiendo en tiendas de campaña. Una forma de vida impensable unos años atrás, cuando era portada de revistas muy conocidas como 'Tatler', que consumen la clase alta y aristocrática de Reino Unido. Con 21 años la apodaron en un reportaje como la "Muñequita del mes", donde contaban su vida de fiesta y vacaciones de verano.

Culpables de homicidio por negligencia grave

Ahora, la justicia londinense les ha declarado culpables a ella y su pareja de homicidio por negligencia grave. Era enero de 2023 cuando el coche de Constance Marten y Mark Gordon comienza a arder en una autopista en Manchester. Ellos tratan de huir a pie con su hija recién nacida escondida en unas mantas. Ken Hudson, que iba con su coche, para y les ofrece ayuda, pero nota que tienen prisa: "Me dijeron que estaban bien, le puse la mano al bebé en la cabeza y me fui".

Ahí empiezan una odisea secreta por todo el país, huyendo de la policía. No quieren que los servicios sociales se la quiten como a sus otros hijos. "Creo que quedaron traumatizados como pareja y no sabían qué hacer ni cómo afrontarlo", confiesa la hermana de Gordon.

Finalmente en febrero fueron detenidos, pero ni rastro del bebé, la pequeña Victoria. Después de la labor de búsqueda de las autoridades, dos días después, lograron encontrar su cuerpo en el cobertizo de su jardín, dentro de una bolsa de plástico. Según indicó la fiscalía, el bebé murió de hipotermia o asfixia. Samantha Yelland, fiscal principal de la Corona en el Servicio de Fiscalía de la Corona en Londres, dijo en un comunicado: "Sus acciones imprudentes fueron motivadas por un deseo egoísta de quedarse con su bebé sin importar el costo, lo que resultó en su trágica muerte".

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