Desde el primer momento la composición de la foto de familia en la cumbre en Santiago de Chile iba dejando imágenes. Angela Merkel era de las primeras en situarse, pareciendo saber claramente cuál era su sitio. Tras ella, otra vez de riguroso negro, Cristina Fernández oculta tras un abanico.
La argentina parecía explicar a Merkel con sus gestos el tremendo calor que estaba pasando y algo divertido debe contarle que le provoca la risa. Entonces es Van Rompuy quien se acerca a la canciller para comentarle que curiosamente el color de su corbata hace juego con su chaqueta; la única nota de color por otra parte en el posado de líderes.
El último en llegar a la foto de familia es Mariano Rajoy. Atenta mirada de Angela Merkel que parecía buscarle sitio y saludo con una mano, en la otra su abanico, de la argentina Cristina Fernández. Acelerón de paso para situarse en la foto y enérgico salto para subir a la tribuna. Pero el ministro de Asuntos Exteriores de Ecuador le indica al presidente español cuál es su sitio y éste se cambia para que pueden empezar los saludos de los mandatarios ante los flashes de la prensa.
Ya por la noche, cena oficial y espéctaculo ecuestre. Angela Merkel escuchaba atenta las explicaciones mientras seguía el ritmo con su pierna. Pero quien más parecía disfrutar era el propio antifrión, Sebastián Piñera. Miradas atentas, sonrisas y comentarios entre líderes. Todos pareceían disfrutar viendo las peripecias de un impresionante caballo. Santiago de Chile en estado puro.
