Publicidad

EN TIFLIS

Más de medio centenar de heridos en los disturbios por la visita de un diputado ruso a Georgia

Una delegación rusa ha visitado el Parlamento de Georgia y uno de sus integrantes ha ocupado el asiento del presidente, lo que ha provocado el enfado de miles de personas, que han salido a protestar a las calles.

Al menos 55 personas, entre ellas 17 manifestantes y 38 policías, han resultado heridas este jueves por la noche durante los disturbios registrados frente al Parlamento de Georgia, en Tiflis, por la visita de un diputado ruso al país.

Más de una decena de personas han sido trasladadas al hospital de Ingorokva, según ha informado el diario local 'Georgia Today', que ha indicado que varias personas podrían haber acudido al centro de salud por su propio pie.

El exministro de Sanidad, Davit Srgeenko, y Eka Tikaradze, que ocupa actualmente el cargo, se han desplazado hasta la clínica para visitar a los heridos. "Tenemos que ver a los pacientes, los pacientes son la prioridad ahora", ha aseverado Tikaridze.

Los disturbios se han producido después de que la marcha se dirigiera al Parlamento georgiano, donde los agentes de la Policía han lanzado gas lacrimógeno y han disparado pelotas de goma contra los manifestantes.

Dos de los heridos han indicado a la agencia de noticias Reuters que habían sufrido heridas a causa de los disparos. Ambos han sido trasladados a un hospital de la zona.

La influencia de Rusia sobre Georgia continúa siendo un tema políticamente sensible. Tropas rusas y georgianas se enfrentaron durante unos pocos días en 2008 por el control de las regiones de Abjazia y Osetia del Sur, en el marco de un conflicto que aún despierta recelos en Georgia, donde los actuales líderes políticos siguen mirando de reojo al vecino del norte mientras intentan dar pasos hacia foros occidentales.

Georgia, escenario histórico de pulsos entre distintas potencias, se convirtió de nuevo tras la caída de la Unión Soviética en un foco de disputa. Independiente desde 1991, el creciente interés estadounidense por un país que aspiraba a salirse de la órbita rusa generó los primeros recelos en Moscú, reacio a perder la influencia de la que venía gozando desde el siglo XIX.

A corto plazo, no existen perspectivas de mejora de las relaciones entre Tiflis y Moscú. Georgia busca unirse a la Unión Europea y la OTAN, una cuestión a la que se opone el Gobierno ruso.

Publicidad