Operación
Unos médicos queman un tumor a un bebé en el útero para salvarle la vida: "De las dificultades nació la creatividad"
La extraña patología que padecía se conoce como "secuestro pulmonar" y la operación ha ocurrido en Brasil. Si el embarazo continuaba sin intervención, el bebé podía morir.
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En Brasil, ha tenido lugar una compleja operación para salvar la vida a un bebé que podía morir si el embarazo continuaba su curso sin intervención. El bebé padecía una extraña malformación conocida como "secuestro pulmonar" y que sucede cuando se forma una masa que parece un pulmón y a la que nutren los vasos sanguíneos, pero que no tiene ninguna función específica.
Como explica la doctora que practicó la intervención a 'BBC Brasil', el tumor que le detectaron al feto no era maligno, pero sí comprimía los órganos "además de robar parte de la sangre del cuerpo y causar que se deposite agua en la región del pulmón".
Danielle do Brasil, cirujana especialista en cirugía fetal del Hospital Santa Lucía de Brasilia, ha explicado también que desde el primer momento en el que se detectó la patología se advirtió a los padres que había que intervenir. Sin embargo, la cirugía dentro del útero no siempre fue la primera opción. Primero, "con una aguja gruesa que contiene fibra láser dentro, podemos cauterizar ese vaso, la masa muere y luego es absorbida por el cuerpo. La idea era también remover el fluido del pecho para ayudar que los pulmones se expandieran", asegura la doctora.
Segunda operación
No obstante, esta intervención no dio éxito, como comprobaron los médicos pasados 10 días, porque el tumor continuaba extendiéndose. Ante esa situación, no era posible un nacimiento prematuro porque la madre solo se encontraba en la semana 29 de gestación y había asociados también muchos riesgos de fallecimiento.
"De las dificultades nació la creatividad", asegura al citado medio. En la segunda operación, el equipo médico probó la misma técnica pero esta vez se intentó no quemar un nuevo vaso. Do Brasil indica que fue la operación más complicada de su vida ya que la dificultad residía en que "tenía un objetivo móvil, que era el tumor, dentro de otro objetivo móvil, que era el líquido amniótico". Con todo, la aguja que empleó en la intervención no se podía mover.
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Esta operación sí tuvo éxito y en 3 meses volvieron a hacer un nuevo análisis completo para comprobar que todo transcurre correctamente. Los padres han elegido el nombre de 'Ragnar', nombre de un guerrero, que nació el pasado 18 de mayo y sin señales del tumor. Los padres explican también que asumieron el procedimiento y que intentaron buscar a "los mejores especialistas".
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