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CON UNA DEMANDA AL CROWN CASINO DE MELBOURNE
Un ludópata intenta recuperar los 1.500 millones que perdió en el casino
Su defensa intenta demostrar que Harry Kakavas, uno de los empresarios más adinerados del país, era un jugador patológico y que el casino lo sabía y, a pesar de eso, le incitó a seguir apostando aprovechando su enfermedad.
Harry Kakavas era uno de los empresarios más adinerados de Australia. Hizo su fortuna vendiendo casas. Sin embargo, también era uno de los mayores ludópatas del país. En 14 meses, desde junio de 2005, dilapidó casi 1.500 millones de dólares en el Crown Casino de Melbourne, apostando en cada partida hasta 300.000 dólares. Perdió todo lo que tenía y mucho más, pues ahora debe millones a abogados, bancos y otras personas que habían confiado en el éxito de sus 'negocios'.
Ahora intenta recuperar ese dinero, o parte de él, con la demanda que interpuso contra el casino. Kakavas ha alegado en el Tribunal Superior australiano que el Crown sabía que era un jugador patológico y, sin embargo, le incitó a seguir jugando aprovechando su enfermedad. En su peor etapa, en mayo de 2006, llegó a gastar 164 millones de dólares en tan sólo cinco horas y media jugando al baccarat.
Sus intentos para recuperar las pérdidas ya fallaron en la Suprema Corte de Victoria y en la apelación en mayo del año pasado. Ahora apura su última oportunidad en el Tribunal Superior. Su abogado ha asegurado que a su cliente le diagnosticaron una grave patología que le impedía tomar decisiones racionales en la mesa de apuestas.
Kakavas cumplió una condena de cárcel por robar 286.000 dólares para mantener su hábito. También jugó en la capital del juego, en Las Vegas, y una vez voló en avión a Macao, donde perdió 4 millones de dólares en un solo día. Con todos estos ejemplos, la defensa intenta demostrar que "no podía controlar su impulso de jugar y el casino lo sabía". Ahora, el empresario australiano está haciendo terapia para curarse.
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