Javier Milei propone una ley que le dará más poder

Lo ha hecho con una publicación en el BOE, sin comparecencia pública y poco después de que miles de personas salieran a la calle para protestar por sus anteriores decretos. Esta vez se trata de un megaproyecto de ley, llamado 'Ley de Bases y Puntos de Partida para La Libertad de los Argentinos', con 664 artículos y 351 páginas.

Los primero que ha hecho es declarar "la emergencia pública en materia económica, financiera, fiscal, previsional, de seguridad, defensa, tarifaria, energética, sanitaria, administrativa y social hasta el 31 de diciembre de 2025", con la opción de prorrogar esa emergencia por un máximo de dos años más. Eso significa que podría tomar decisiones importantes sin autorización parlamentaria porque en caso de emergencia la Constitución argentina permite delegar las funciones legislativas al ejecutivo.

Más seguridad

Otra de los puntos más importantes del proyecto de ley tiene que ver con la seguridad. Busca establecer controles más estrictos, deja en manos del Gobierno la potestad de oponerse a una protesta. Y considera que cualquier "congregación intencional de tres o más personas" pueda ser punible con hasta seis años de cárcel si impide el libre tránsito.

Se agravan también las sanciones por resistencia a la autoridad y se amplían los supuestos de legitima defensa ante un delincuente. Además el proyecto pretende privatizar empresas y cambiar la ley electoral.

Sin el respaldo del Congreso

Al contrario que su anterior decreto, dictado la semana pasada, este proyecto debe ser aprobado por el Congreso y los analistas argentinos creen que puede ser un órdago y que no conseguirá sacarlo adelante, al menos, no al completo. Hay que tener en cuenta que Milei cuenta con 38 diputados de 257.

No es el primer presidente que intenta gobernar sin el apoyo de las cámaras, pero como afirma Rodrigo Nespolo en el diario La Nación: "Lo realmente disruptivo en el caso de Milei es que persigue ese fin desde una posición de minoría extrema en las dos cámaras parlamentarias y sin negociar previamente con partidos, gremios y otras organizaciones afectadas por las medidas". Afirma este analista que Milei está jugando al todo o nada, dejando claro que el presidente es quien tiene la protesta del país, tenga o no el apoyo del Congreso porque lo tiene de los ciudadanos. Su toma de posesión, de cara al pueblo y dando la espalda a los congresistas fue solo el primer gesto.

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