Irán

Irán defiende que Masha Amini murió por una enfermedad y no por los golpes de la policía

Casi un mes más tarde de su muerte, un informe de la Organización de Medicina Legal de Irán publica que murió por una dolencia previa.

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Amnistía Internacional informa que en Irán, las protestas se han cobrado al menos 100 vidas. La población se manifiesta por la muerte de Masha Amini, una joven que murió el pasado 16 de septiembre en dependencias policiales tras ser detenida por llevar mal puesto el velo. Tras su muerte, la población en Irán ha saltado a las calles por golpes de las autoridades a la joven. Sin embargo, un informe de la Organización de Medicina Legal de Irán publica que murió por una dolencia previa y no por los golpes.

Irán detalla que Masha Amini murió por un fallo multiorgánico tras hipoxia -disminución de oxígeno- en el cerebro. Así lo ha señalado este viernes la agencia Tasnim, cercana a la Guardia Revolucionaria de Irán. El informe y resultado confronta con la versión del grupo de médicos independientes consultados por el abogado de la familia de la víctima mortal, Saleh Nikbakht. La defensa indica que Amini sí murió por los golpes que recibió en comisaría. Destacan que le provocaron un infarto y muerte posterior.

Según remarca el informe recogido por la agencia iraní, la muerte no fue "causada por golpes en la cabeza y órganos vitales y extremidades del cuerpo". Defienden que la mujer fue intervenida hace 15 años para extirpar un tumor cerebral cuando esta tenía ocho años. Agregan que la víctima tomaba medicamentos para tratar su condición.

Una enfermedad persistente, según Irán

"Debido a la reanimación cardiorrespiratoria ineficaz en los primeros minutos críticos, sufrió una hipoxia severa y, como resultado, daño cerebral, a pesar de la recuperación del funcionamiento cardíaco", revela el informe de la Organización de Medicina Legal de Irán.

El abogado de la familia de Amini reveló anteriormente que la joven "solo había sido operada para la extirpación de un lunar o una pequeña glándula sobre el ojo", no un tumor cerebral, como sostiene Irán.

Desde Amnistía Internacional reclaman a las autoridades iraníes el cese inmediato de la represión sangrienta de las manifestaciones, que se deroguen las leyes discriminatorias contra las mujeres, que eliminen la policía de la moral y que haya justicia para las víctimas.

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