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TENSION EN LA FRONTERA DE LA COSTA AZUL

Francia impide la entrada a dos centenares de inmigrantes y provoca un conflicto con Italia

La insistencia por entrar a territorio francés de dos centenares de inmigrantes, bloqueados en la frontera sur entre Francia e Italia, ha provocado una crisis entre los dos países, que le atribuyen uno al otro la responsabilidad de una situación cada vez más tensa.

La mitad de los inmigrantes, procedentes de Somalia, Eritrea y Etiopia, permanece desde hace tres noches en la escollera del paseo marítimo de la localidad fronteriza italiana de Ventimiglia, y no quieren abandonar hasta que Francia les deje pasar.

La policía obligó este martes a otro grupo de inmigrantes a subir a un autobús de Cruz Roja para desplazarse a la estación de Ventimiglia, donde se han instalado servicios higiénicos y una sala para acoger a estas personas.

Algunas de ellos, los jóvenes, se rebelaron ante esta obligación y escaparon, por lo que se produjeron momentos de tensión, pero la mayoría aceptó el desalojo. En la estación duerme también desde hace días otro centenar de inmigrantes, igualmente bloqueados.

La prensa italiana destaca las condiciones infrahumanas en las que se encuentran estas personas, que para continuar su protesta se ven obligadas a lavarse con agua del mar, a afeitarse entre los escollos y que empiezan a tener heridas y yagas en la espalda y las piernas.

El ministro del Interior francés, Bernard Cazeneuve, asegura que su país no ha suspendido el espacio Schengen de libre tránsito ni ha cerrado su frontera con Italia, sino que sencillamente se ha limitado a aplicar controles más férreos.

Cazeneuve dice que los inmigrantes no van a pasar y que se tiene que ocupar de ellos Italia, como dictan las leyes europeas. Estos inmigrantes explican que no quieren quedarse en el país, ya que su destino es Francia, donde viven sus familias.

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