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no mantendría ningún contacto con la disidencia

España y Cuba se comprometen a hablar cada año sobre derechos humanos

Sánchez se ha reunido durante media hora con su homólogo cubano, Díaz Canel, y han firmado dos acuerdos: uno en materia cultural y otro en el que España y Cuba se comprometen a mantener una reunión anual en la que se abordarán, entre otros asuntos, los derechos humanos.

La visita de Pedro Sánchez a Cuba, la primera de carácter oficial de un presidente del Gobierno español a la isla en 32 años, propició la firma de un acuerdo por el que los dos países se comprometen a contactos políticos anuales en los que hablar de asuntos específicos como los derechos humanos.

Así queda reflejado en un memorándum de entendimiento firmado por los ministros de Exteriores de ambos países, el español Josep Borrell y el cubano Bruno Rodríguez, en el Palacio Presidencial de La Habana durante un acto presidido por Sánchez y el presidente cubano, Miguel Díaz Canel.

El Gobierno español informó esta semana de que el jefe del Ejecutivo no mantendría ningún contacto con la disidencia en un desplazamiento, durante el que quería recuperar la normalidad política con las autoridades cubanas. No obstante, garantizó que en este viaje se hablaría de derechos humanos y en ese contexto enmarcan el acuerdo avalado hoy por Sánchez y el presidente cubano.

Lo que se fija con este memorándum es que habrá contactos políticos permanentes con reuniones anuales en las que se hablará de todo lo que consideren oportuno ambos países y presididas por ministros o secretarios de Estado.

Fuentes españolas precisaron que el texto del acuerdo recoge explícitamente que entre los asuntos que mediante "un diálogo franco" se tratarán cada año estarán los derechos humanos y subrayaron su relevancia puesto que ningún país europeo lo tiene aunque sí la UE en conjunto.

No fue el único acuerdo suscrito, sino que bajo la presidencia de Sánchez y Díaz Canel, Borrell y el ministro de Cultura cubano, Alpidio Alonso, suscribieron otro para la difusión de sus respectivas culturas en cada país. Una iniciativa que el Gobierno español explica que pretende normalizar la presencia de la cultura española en la isla tras el daño sufrido por la política hacia Cuba que puso en práctica el exjefe del Ejecutivo José María Aznar.

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