Era su garaje y ha sido también su medio de transporte. Un viejo contenedor frigorífico ha cumplido su cometido de guardar la moto que su dueño aparcó dentro, en Japón, sin saber que un tsunami la arrastrararía al otro lado del Pacífico. Más de un año después, un sorprendido paseante la ha encontrado en Canadá.
Una inconfundible, pero oxidada Harley Davidson. El descubridor, nada avaricioso, se limitó a dejar todo como estaba y a sacar unas fotos. Pero la noticia llegó de vuelta a Japón y despertó en plena noche al que dice ser su propietario.
"No hay duda, lo supe en cuanto vi la foto, es mi moto", aseguró Ikuo Yokoyama. Como prueba, aporta una imagen tomada antes del tsunami que muestra al vehículo impecable en su garaje. La matrícula coincide. La 428 de Miyagi, una de las provincias devastadas por el tsunami.
El mar se llevó a tres familiares y destrozó su casa. Pero ahora, Ikuo Yokoyama vuelve a sonreír. El concesionario piensa ayudarle: traerá su Harley de vuelta y correrá también con los gastos de la reparación.
La historia no es aislada, los científicos calculan que el mar arrastra hacia las costas de norteamérica más de 1.500 toneladas de escombros procedentes de Japón.
