Donald Trump pausa su programa de redadas de migrantes en algunos sectores de trabajo

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ordenó el despliegue de tropas en los Ángeles, pero ahora una orden interna pide que se frenen las redadas en sectores concretos, como la agricultura y la hostelería. Una pausa su campaña de redadas a discreción contra migrantes en determinados ámbitos ante su aparente preocupación por la creciente impopularidad de estos métodos.

Según un correo electrónico al que tuvo acceso el diario The New York Times y la confirmación de funcionarios estadounidenses, el Ejecutivo ordenó al Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) que pause las batidas que afectan a la industria agrícola y a la hostelería.

La portavoz del Departamento de Seguridad Nacional, Tricia McLaughlin, confirmó en un comunicado que se obedecerán "las instrucciones del presidente" y que la cartera seguirá "trabajando para sacar de las calles de Estados Unidos a los peores delincuentes extranjeros ilegales".

La decisión apunta a que esta campaña de arrestos a discreción para tratar de deportar a inmigrantes a gran escala está perjudicando a industrias y a circunscripciones electorales cuyo apoyo Trump quiere conservar de cara a las legislativas del año próximo.

Las nuevas instrucciones se transmitieron a ICE en un correo electrónico enviado este pasado jueves en el que se pide que se "suspendan todas las investigaciones de cumplimiento de la ley en centros de trabajo en sector de agricultura, incluyendo acuicultura y plantas empacadoras de carne, restaurantes y hoteles".

Estas nuevas directrices llegan a su vez tras más de una semana de intensas protestas en Los Ángeles contra esta política migratoria y de que el propio Donald Trump admitiera de que las redadas parecen estar afectando al sector agrícola, que en estados como California, donde se han intensificado las batidas, dependen casi exclusivamente de la mano de obra inmigrante.

Celebración del cumpleaños

Donald Trump llegó al desfile entre 21 salvas de cañonazos y la multitud coreando "Feliz cumpleaños". Estaba concebido como un gran espectáculo a gusto del republicano. Cazas y helicópteros sobrevolando el obelisco y un desfile por todo lo alto para celebrar los 250 años del Ejército de Estados Unidos y los 79 de Trump. Solo la lluvia no acompañó y obligó a adelantar los saltos de los paracaidistas. Todo muy marcial excepto la descoordinación de los soldados. Se notó la poca costumbre de desfilar que tienen en Estados Unidos. Pero eso no pareció importarle al republicano ni a una primera dama muy sonriente que vieron pasar desde vehículos antiguos a drones o robots de última generación.

Para Trump había mucho que celebrar. Pero en las calles la visión era otra: millones de personas protestaban contra sus políticas autoritarias y su militarización de la sociedad. "La gente se siente muy frustrada con Trump", "estoy muy descontento con el gobierno, quiero que se vayan", decían los manifestantes.

En ciudades como Chicago, Filadelfia o Los Ángeles las manifestaciones terminaron en pequeños altercados con la policía y en Minessota se suspendieron las marchas tras los atentados a dos congresistas demócratas.

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