Decenas de miles de rusos salen a la calle contra Putin

Decenas de miles de personas han participado en manifestaciones celebradas en varias ciudades rusas para exigir la dimisión del presidente del país, Vladimir Putin, a quien acusan de dirigir un régimen opresor.

Los manifestantes han coreado consignas como "¡Rusia sin Putin!" en la marcha de este sábado en Moscú, la más importante celebrada en la capital rusa desde el pasado mes de junio. La marcha estaba encabezada por los dirigentes de la oposición, que sostenían una pancarta con el lema "¡Por las elecciones anticipadas, contra la represión!".

Según testigos presenciales, la oposición habría logrado su objetivo de atraer a un mínimo de 50.000 personas en la protesta moscovita. "Nuestro objetivo principal es obligar a las autoridades a abrir un diálogo. El verano ya ha pasado y hace más de tres meses de nuestra última manifestación. Sin embargo, no se ha satisfecho ninguna de las demandas (...). Al contrario, la represión ha cogido ritmo y ha habido más detenciones", ha afirmado el líder de izquierdas Sergei Udaltsov.

El dirigente opositor ha acusado a Putin de "escupir a la gente" y se ha referido al reciente vuelo con ala delta para guiar a una bandada de grullas siberianas. "El presidente está fuera de la realidad. Se va con las grullas y escupe a la gente desde arriba", ha afirmado Udaltsov.

En la marcha moscovita se han podido ver globos de colores con un pasamontañas pintado, un recuerdo para las tres miembros del grupo punk Pussy Riot arrestadas tras cantar una canción contra Putin en una iglesia.

"La gente que ha vivido en la Unión Soviética está cansada de gobernantes absolutistas. Estamos cansados del estado policial", se ha lamentado Alexander Kojmanski, de 79 años.

Mientras, en San Petersburgo, unas 2.000 personas han secundado la convotaria, según testigos presenciales. Udaltsov ha asegurado que la Policía ha detenido a 15 manifestantes en la protesta de la ciudad de Nizhny Novgorod, en el centro del país. También se han producido manifestaciones en Ekaterimburgo o Vladivostok, aunque con menos seguimiento del que se esperaba.