El primer ministro británico, David Cameron

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LAS BOLSAS EUROPEAS SIGUEN EN CAÍDA

Los conservadores británicos buscan sustituto a Cameron y los laboristas se rebelan contra su líder, días después del referéndum

La primera reunión del gobierno de David Cameron ha generado gran expectación tras el terremoto del viernes. Entre los asistentes, la representante del Interior, Theresa May, emerge como posible sucesora de Cameron frente a Boris Johnson, que cuenta con grandes apoyos tras la victoria del 'no'.

El ministro británico de Finanzas, George Osborne, aseguró este lunes que Reino Unido está "preparado" para asumir las consecuencias del resultado favorable a la salida del país de la Unión Europea en el referéndum del pasado jueves.

"Estamos preparados para lo inesperado, estamos equipados para todo lo que pueda pasar", afirmó el ministro de Finanzas con el objetivo de apaciguar la incertidumbre y contener la inestabilidad de los mercados financieros.

Para tranquilizar a las empresas, Osborne, además, subrayó que la economía británica es "esencialmente fuerte", "altamente competitiva" y que permanece "abierta" para realizar negocios. "No tengo ninguna duda de que conseguiremos mantener la estabilidad fiscal que hemos conseguido instaurar en el país", añadió. Algunos medios señalan que Osborne podría dimitir siguiendo los pasos de su jefe y amigo David Cameron.

La expectación era máxima esta mañana frente al domicilio del primer ministro, ante la primera reunión del gobierno tras el terremoto del viernes. Entre los asistentes, la representante del Interior, Theresa May, que emerge como posible sucesora de Cameron frente a Boris Johnson, que cuenta con grandes apoyos tras la victoria del 'no', y hoy también lanzaba otro mensaje de tranquilidad.

"He visto mucha confusión este fin de semana. Quiero dejar claro que los extranjeros que viven aquí, así como los británicos que viven en otros países de la Unión Europea, tienen sus derechos protegidos".

En el lado laborista, tras la oleada de dimisiones, aumentan las presiones para que su líder Jeremy Corbyn haga lo mismo, se debate una moción de confianza contra él y se remodela todo el equipo en la sombra. En el primer lunes tras el referéndum, Londres intenta asimilar su aislamiento mientras en los periódicos la palabra 'confusión' sigue llenando titulares.

Bank of America ha advertido en un informe de que la voluntad de Reino Unido de abandonar la Unión Europea desencadenará una recesión en el país británico, así como una ralentización en Europa.

En opinión de la entidad, los riesgos están "muy sesgados hacia el aspecto negativo" de la decisión tomada por los ciudadanos de Reino Unido, cuya "víctima principal" será la economía británica. "El shock para la zona euro y la economía global será significativo", según la entidad, que apunta que las políticas en respuesta deberán ir "más allá de los 'primeros auxilios'" que "una disrupción en el mercado requiere normalmente".

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