Una jueza federal de Nueva York condenó a 25 años de cárcel a Víctor But, el traficante de armas ruso conocido como el "Mercader de la Muerte", después de que un jurado popular lo halló culpable de conspirar para matar a ciudadanos estadounidenses y vender armas a las FARC colombianas.
But, de 45 años y que fue detenido en Tailandia en 2008, evitó así la condena de cadena perpetua a la que podía enfrentarse en Estados Unidos por los delitos de los que se le halló culpable el pasado noviembre, y volvió hoy a reiterar su inocencia durante la lectura de una sentencia que, anunció, recurrirá. Estados Unidos acusó a But de varios delitos relacionados con la conspiración para matar a ciudadanos y funcionarios estadounidenses, intento de venta de armas a organizaciones terroristas y agentes federales encubiertos y fraude.
Las autoridades estadounidenses defienden que el ruso es responsable de la venta de armas por valor de varios millones de dólares a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), un grupo que figura como terrorista en la lista de organizaciones de ese tipo del Departamento de Estado. Según la Oficina Federal de Investigaciones (FBI, por su sigla en inglés), también intentó adquirir una batería antiaérea y conspiró para asesinar a ciudadanos y funcionarios estadounidenses.
El 'Mercader de la Muerte' siempre ha insistido en su inocencia y ha denunciado que su proceso ha sido una operación política, una tesis que apoya el Gobierno de Rusia, que intentó bloquear su extradición a Estados Unidos desde Tailandia, donde estuvo encarcelado hasta que en 2010 fue entregado a Washington.
Varias organizaciones no gubernamentales internacionales creen que But encabezó durante años una de las mayores redes privadas de contrabando de armas del mundo y su personaje inspiró incluso la película de Hollywood "El señor de la guerra", protagonizada por el actor Nicolas Cage. La pena impuesta hoy en Nueva York ha provocado reacciones entre las organizaciones que defienden el endurecimiento de los tratados internacionales para llevar a la cárcel a los contrabandistas de armas que se enriquecen con los conflictos que hay en el mundo.
"Encerrado y alejado durante 25 años es lo mínimo que But se merece por conspirar para vender, entre otras cosas, cien misiles, 20.000 metralletas, 20.000 granadas, 350 rifles y diez millones de rondas de municiones", dijo en un comunicado Anna Macdonald, responsable de Oxfam International.
Para la directora de la organización Conflict Awareness Project, Kathi Lynn Austin, la sentencia contra But sienta "un precedente mundial en la batalla por acabar con los traficantes ilegales de armas" y demuestra que "cuando existe voluntad política, la ley es el arma más poderosa contra los mayores violadores de los derechos humanos".
Austin indicó en un comunicado que la única manera de evitar que aparezcan más personas como Víctor But es apostando por un "sólido" tratado sobre comercio de armas, que "de una vez por todas regule los intermediarios en el comercio de armas a los que actualmente se permite actuar sin regulación internacional".