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CERCA DE 200 PAÍSES HAN DADO LUZ VERDE AL TEXTO

Aprobado en París el acuerdo global contra el cambio climático, que es legalmente vinculante

El acuerdo alcanzado en la Conferencia Internacional sobre el Cambio Climático de París (COP21), que es legalmente vinculante y propone cumplir el gran objetivo de limitar el calentamiento global por debajo de los 2 grados, ha sido aprobado por los cerca de 200 países suscritos al mismo.

El presidente de la cumbre del clima (COP21) de París y ministro francés de Asuntos Exteriores, Laurent Fabius, ha anunciado la aprobación en sesión plenaria del denominado Acuerdo de París por el Clima. El anuncio de Fabius ha sido recibido con vítores y aplausos por los participantes. Algunos asistentes, visiblemente emocionados, se han fundido en abrazos.

La cumbre del clima de París (COP21) ha aprobado hoy el primer acuerdo universal de lucha contra el cambio climático, en el que cerca de 200 países, tanto desarrollados como en desarrollo, se comprometen de manera histórica a transitar de manera conjunta hacia una economía baja en carbono.

A las 19.26 hora local (18.26 GMT), el presidente de la COP21, Laurent Fabius, dio el esperado martillazo del consenso en el plenario de la cumbre y dijo "Acabamos de hacer una cosa grande", en medio de los aplausos y abrazos de los presentes.

El presidente francés, François Hollande, se incorporó nada más aprobarse el acuerdo y se fundió en un fuerte abrazo con el secretario de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, mientras al secretario de Estado estadounidense, John Kerry, se le caían lágrimas de emoción.

"Ha sido recibido con vítores y aplausos por los participantes"

Para lograr el acuerdo que marca el inicio de un nuevo modelo de desarrollo han hecho falta veintiún años de cumbres del clima y doce meses de los más intensos esfuerzos diplomáticos que se hayan hecho en la historia. "Este es el acuerdo más complejo que se ha negociado nunca", han reconocido los secretarios tanto de Naciones Unidas como de la convención de cambio climático de la ONU, Christiana Figueres.

El acuerdo que se acaba de aprobar tiene como objetivo "mantener la temperatura media mundial muy por debajo de dos grados centígrados respecto a los niveles preindustriales", aunque los países se comprometen a llevar a cabo "todos los esfuerzos necesarios" para que no rebase los 1,5 grados y evitar así "los impactos más catastróficos del cambio climático".

Para lograr ese objetivo, recoge compromisos nacionales de lucha contra el cambio climático de cada una de las 196 partes del acuerdo y obliga a los países tanto a rendir cuentas de su cumplimiento como a renovar sus contribuciones al alza cada cinco años.

Esta mañana Fabius presentó ante el plenario el texto de acuerdo global de lucha contra el cambio climático. El texto es fruto del trabajo de una tercera noche consecutiva de vigilia de la Presidencia francesa, que ha transformado el último borrador en un pacto universal con las inquietudes planteadas por cerca de 200 países en 24 horas de intensas reuniones bilaterales.

Un Fabius visiblemente emocionado y flanqueado por el jefe del Estado francés, François Hollande, y el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, advirtió a los países de que "nuestros hijos ni nos entenderán ni nos perdonaran si no adoptamos este acuerdo".

"Todo parece imposible hasta que se logra"

"Todo parece imposible hasta que se logra. Ninguno de nosotros actuando por nuestra cuenta podemos tener éxito. El éxito se consigue conjuntamente. Amigos, el mundo nos mira, no le podemos fallar", dijo el presidente de la COP21.

Fabius alertó a los países que "su responsabilidad histórica es enorme", que "no podemos perder esta oportunidad" y que nadie "quiere repetir lo que paso en -la fracasada cumbre de- Copenhague". "Quizá allí no todos los planetas estuvieron alineados, pero aquí sí lo están", subrayó.

El presidente aseguró que si la cumbre fracasa, no habrá manera de "reconstruir la esperanza" ni de recobrar "la capacidad de credibilidad en la comunidad internacional para responder al mayor reto de la humanidad". "El acuerdo que presentamos es necesario para el mundo entero y para cada uno de nuestros países", apuntó.

"Ayudará a proteger a los pequeños Estados insulares de la subida del nivel del mar, apoyará tecnológicamente al desarrollo de África, ayudará a Latinoamérica a proteger sus bosques, asistirá a los países petroleros en la diversificación del modelo energético y creará resiliencia para todos", explicó.

Se trata, añadió, de un pacto "imprescindible para garantizar la seguridad alimentaria, la salud pública, los derechos fundamentales y la paz". El acuerdo es "ambicioso y equitativo" y refleja la posición de todas las partes, con los principales elementos que todos querían, ya que es "diferenciado, justo, durable, dinámico, y legalmente vinculante".

"Este acuerdo es el más equitativo posible"

El objetivo del pacto es que la temperatura del planeta no aumente más de dos grados centígrados a finales de siglo, pero con la aspiración de que no suba más de 1,5 grados. Para ello, los países revisarán cada cinco años sus compromisos de revisión de emisiones, y se marcarán metas de reducción y descarbonización a largo plazo para lograr los objetivos que se proponen.

Fabius dijo que el acuerdo "hace un gran reconocimiento a la adaptación, al mecanismo de pérdidas y daños por el cambio climático, y a la acción climática antes de 2020", y todo ello "en base a las capacidades de cada uno".

Y fija como suelo para la financiación climática un mínimo de 100.000 millones de dólares anuales a partir de 2020. "Aborda la justicia climática, y en cada aspecto está reflejada la diferenciación entre países a la luz de las circunstancias nacionales", destacó.

"Este acuerdo es el más equitativo posible", apuntó Fabius, quien concluyó diciendo a los países: ha llegado el momento de buscar las "líneas verdes", en contraposición a las líneas rojas.

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