Cónclave

Un cónclave de casi tres años, un menú solo de pan y agua, un voto secreto... lo que no sabes que ocurre durante la elección del papa

Con todas las miradas puestas en el Vaticano te contamos los secretos que se esconden tras los muros de la Capilla Sixtina en la que se celebra el cónclave que ha elegido al nuevo papa.

Cónclave

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'Habemus papam' pocas afirmaciones esconden tanto ritual y solemnidad como esta. El papa Francisco falleció el pasado 21 de abril, desde entonces la Santa Sede ha estado en fase de 'sede vacante' hasta que el cónclave en la Capilla Sixtina ha elegido al cardenal Robert Prevost es el Papa número 267 de la historia

133 cardenales iniciaron este miércoles la votación para decidir el nuevo jefe de la Iglesia. Ha sido en la quinta votación en la que se ha llegado a un acuerdo para el nuevo papa. Robert Prevost se convierte en el Papa 267 de la historia con el nombre de León XIV

Desde la Newsletter de Antena 3 Noticias hemos contactado con el sacerdote Francisco Javier Bronchalo para abrir la caja de los secretos que el propio cónclave ha escrito en la historia. El cónclave arrancó el 7 de mayo y la fumata blanca ha aparecido conseguida una mayoría cualificada de dos tercios, es decir, un total de 89 votos, ya que el número de cardenales electores se sitúa en 133.

La historia interminable de un cónclave

Tenemos que remontarnos a 1268 para hablar de una elección papal que casi se prolongó por tres años. En aquel entonces había dos facciones muy diferenciadas, por un lado, los partidarios del papado y, por otro, los defensores del Sacro Imperio Romano. Este cónclave no se celebró en Roma sino en Viterbo "y lo que sucede ahí, es que como es tan largo el pueblo de Viterbo encierra a los cardenales hasta que se ponen de acuerdo. De ahí, queda el nombre de cónclave porque literalmente les echaron la llave hasta que tuvieran un nuevo papa", nos explica Bronchalo en referencia al origen del término cónclave que proviene del latín 'cum clave', (con llave).

Desde noviembre de 1268 hasta septiembre de 1271 no se conoció el nombre del pontífice, Gregorio X. Y quizás se llegó a un acuerdo por el hambre que padecieron los prelados. Ya que se les restringió la comida a pan y agua como medida de presión.

Con Gregorio X se pusieron las bases para lo que conocemos como cónclave. Una de esas reglas fue, de hecho, la de que los cardenales solo recibirían una comida al día si no había fumata blanca en tres días, y "si se alargaba más de 8 días es cuando se pasaba a pan y agua y un poco de vino", puntualiza el sacerdote. En el año 1276 se celebró el primer cónclave oficial de la historia y fue en Arezzo.

En esas bases quedó establecido que el cónclave tenía que celebrarse en un lugar cerrado. A lo largo de la historia, las reglas de los cónclaves se han modificado en numerosas ocasiones. "Los cónclaves son el modo de elegir papa y hay la potestad de poder introducir algunas reformas Actualmente, eso se rige por una Constitución que llamamos la Constitución apostólica Universi Dominici y cada pontífice puede ir introduciendo cambios, por ejemplo, Francisco reformó el pasar de dos votaciones cada día a tener cuatro votaciones al día. Puede cambiar el número de cardenales electores, puede cambiar los días que se dejan para que los cardenales lleguen a Roma... Son cosas menores, pero importantes que según la época se van reformando."

El cónclave más rápido de la historia

Y si el Gregorio X fue el cónclave más largo de la historia, ¿cuál fue el más corto? Curiosamente, en 1274 hubo ocasiones en las que el pontífice fue elegido el mismo día de la muerte del antecesor. Señala Francisco Javier Bronchalo que "el más corto ha sido hace poco relativamente, hace menos de un siglo, en el año 1939 eligen al Papa Pio XII y es elegido al segundo día, con solo tres votaciones".

En 1996 se construyó la casa de huéspedes Domus Santa Marta, desde entonces los cardenales se alojan ahí durante el proceso de elección, pero no siempre gozaron de estas 'comodidades'.

Hasta esas, los cardenales electores dormían en catres en habitaciones que se conectaban con la Capilla Sixtina. Eran hombres mayores, algunos de ellos enfermos, y los espacios cerrados y sin ventilación en los que se confinaban eran un buen caldo de cultivo para la propagación de enfermedades. Y también hay que tener en cuenta, como añade nuestro experto, que "la incomodidad acelera las cosas".

El voto secreto

El voto de los cardenales es secreto. Durante el conclave han de estar incomunicados con el exterior. Cada uno de ellos manifiesta su elección en una papeleta que dice, en latín: "Elijo como sumo pontífice a" y a continuación se escribe el nombre.

Los escrutadores cuentan los votos leyendo los nombres en voz alta. Esas papeletas se queman dando lugar a la fumata que, si es blanca, indica que hay nuevo papa y si es negra que no. Para que el humo sea blanco o negro, se mezclan diferentes compuestos químicos.

La aceptación

Una vez se consigue el acuerdo, el elegido tiene que aceptar el puesto ante el Colegio Cardenalicio y anunciar su nombre papal.

¿Por qué los papas se cambian el nombre?

Durante mucho tiempo los papas utilizaron sus nombres de pila, pero como homenaje a pontífices pasados o también para simplificar sus nombres, se impuso la moda de modificarlo. "El nombre es muy indicativo. Ya a San Pedro, que es el primer obispo en Roma, Jesús le cambió el nombre de Simón a Pedro indicando que iba a ser la roca sobre la que se sostenía la Iglesia. El nombre que elige es como muy significativo de quién es él, de qué misión tiene, de qué quiere hacer, dónde quiere poner el acento... En cuanto sepamos el nombre nos podemos hacer una idea de cuál es el pensamiento".

Tras anunciar cuál será su nombre, el papa se dirige a la llamada 'Sala de las Lágrimas' donde se viste con las ropas papales. El nombre de esta sala tiene que ver con que en ese momento a varios papas se les saltaban las lágrimas, abrumados por el momento que estaban viviendo.

¿Cómo se viste el papa en su primera aparición?

En la 'Sala de lágrimas' hay 3 sotanas blancas. Bronchalo nos indica que son tres porque "tienen distintos tamaños porque no se sabe quién va a ser el papa". La vestimenta típica del pontífice es la sotana blanca a diferencia de la que llevan los clérigos. Tradicionalmente se pone la muceta que es como una capa roja con una estola, significativo del inicio del ministerio, aunque el Papa Francisco eligió no ponérsela, cree nuestro entrevistado que por un gesto de "sencillez".

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