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SITUACIÓN MUY DELICADA EN EL PAÍS

Ciudadanos de EEUU armados se dirigen hacia la frontera de EEUU con México para detener a los inmigrantes

El Ejército de EEUU y las agencias fronterizadas ya han manifestado su preocupación ante la acción de estos grupos contra las caravanas de migrantes. No hay capacidad para comtrolarlos y no están capacitados legalmente para emprender estas acciones.

Grupos de civiles estadounidenses armados, miembros de autoproclamadas "milicias", han anunciado que se dirigirán a la frontera de Estados Unidos para detener a los aproximadamente 6.000 inmigrantes que se dirigen a la frontera con México.

"Observaremos e informaremos, y ofreceremos ayuda en todo lo que podamos", ha declarado el presidente de los llamados Minutemen de Texas, Shannon McCauley, al 'Washington Post' el presidente de los Minutemen de Texas, Shannon McGauley . "Ya hemos demostrado antes lo que valemos y lo demostraremos de nuevo", ha añadido.

En total se trata de unos 100 "voluntarios", que se disponen a viajar con armas de fuego y drones para, según sus palabras, identificar y repeler cualquier intento ilegal de entrar en el país.

"Tampoco puedo dar un número exacto porque mi teléfono lleva los últimos siete días sonando sin parar. Se están sumando otras milicias que vienen de Oregón e Indiana", ha añadido.

El Ejército de EEUU y las agencias fronterizadas ya han manifestado su preocupación ante la acción de estos grupos, que describe como "milicias no reguladas", dada la absoluta incapacidad de sus miembros para ejercer un mínimo de autocontrol, por no mencionar que no están capacitados legalmente para hacer cumplir la ley.

"Nos preocupa que estos miembros de milicias no reguladas se desplieguen en la frontera como presunto apoyo", según documentos del Servicio de Aduanas y Protección Fronteriza. Además se sospecha que actúan con material robado de la Guardia Nacional. "Están actuando por su cuenta y riesgo", añaden los textos, recogidos por Newsweek.

Esto se produce después de que decenas de marines hayan empezado a instalar en la frontera sur de EEUU las concertinas. El presidente de EEUU quiere proteger los más de 3.100 kilómetros que van desde la desembocadura del Río Grande hasta California para evitar la entrada masiva de los que considera criminales.

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