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TRAS EL ACUERDO UE-TURQUÍA

Cerca de 2.000 refugiados, interceptados en aguas turcas

El acuerdo alcanzado entre la Unión Europea y Turquía, que permite devolver a ese país a los refugiados que lleguen de Grecia, ha hecho que la vigilancia en esta zona sea más intensa. Muchos no se resignan a no quedarse en Europa. Se cierran puertas pero el flujo continúa.

La costa turca ha amanecido con guardacostas y patrulleras por todos lados para vigilar la llegada de refugiados. Los últimos en ser rescatados son unos 70 personas que han llegado en barcazas. Anoche fueron más de 1.700 los interceptados en la operación a gran escala en la que la policía turca utilizó cámaras térmicas, y en la que también se detuvo a 16 traficantes de personas.

Se trata de unas medidas de control sin precedentes apenas unas horas después de que los líderes europeos y Turquía cerraran el acuerdo para frenar la llegada de inmigrantes.

"Este acuerdo muestra que Europa es capaz de hacer frente a estos retos y ahora vamos a transformarlo en medidas prácticas", dijo la canciller alemana, Angela Merkel.

Mientras, Idomeni, el campo de refugiados donde hay más de 12.000 personas sobreviviendo, ha amenecido con mucho viento, y cada vez cunde más la deseperación y la frustación por el acuerdo.

Muchos no se resignan a no quedarse en Europa pese a que la frontera con Macedonia se haya cerrado. La Guardia costera ha ofrecido imágenes de una macrooperación realizada el miércoles en la que fueron rescatados más de 1400 refugiados y se halalron tres cadáveres.

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