Sudeste Asiático

Camboya exige un alto el fuego inmediato y Tailandia rechaza el uso de la fuerza en la frontera compartida

Naciones Unidas ha ofrecido asistencia humanitaria si se le solicita y llama a la moderación tras los ataques fronterizos

Camboya exige un alto el fuego inmediato y Tailandia rechaza el uso de la fuerza en la frontera compartida

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La escalada de violencia entre Camboya y Tailandia ha encendido las alarmas en la comunidad internacional, tras los enfrentamientos armados registrados esta semana en la zona fronteriza que comparten ambos países.

Los enfrentamientos estallaron horas después de que Tailandia anunciara una reducción de sus lazos diplomáticos con Camboya al denunciar que cinco soldados resultaron heridos a causa de una explosión de una mina antipersona en la provincia de Ubon Ratchathani (este). Por otro lado, Camboya ha condenado que fue la "incursión armada" de las Fuerzas Armadas tailandesas lo que provocó los enfrentamientos y puso en peligro la paz y estabilidad en un escenario hostil que, según el Gobierno de la provincia fronteriza de Oddar Meanchey, se ha cobrado al menos una víctima mortal.

Camboya ha exigido un alto el fuego "inmediato" e "incondicional", y ha evocado su derecho a la legítima defensa en sus operaciones contra el Ejército del país vecino. Por otro lado, Tailandia rechaza el uso de la fuerza como herramienta para resolver el conflicto y apela al diálogo crítico.

El embajador camboyano, Chea Keo, reiteró ante las Naciones Unidas la postura de su país durante una reunión a puerta cerrada del Consejo de Seguridad: "Camboya ha pedido un alto el fuego inmediato, incondicional, y también pedimos una solución pacífica a la disputa". Por su parte, el secretario de Estado de Exteriores camboyano, Kung Phoak, sostiene que el país busca una solución pacífica mediante el Derecho Internacional, e insiste en que su postura se basa en el derecho a la legítima defensa consagrado en la Carta de Naciones Unidas, para salvaguardar la soberanía y la integridad territorial de Camboya.

Phoak ha insistido en que "Camboya no es el agresor" y ha acusado a Tailandia de agravar la situación con sus movimientos militares: "Lo que Tailandia está haciendo ahora no solo intensifica las tensiones en la frontera, sino que también representa una amenaza para la paz y la estabilidad regional e internacional".

En respuesta a esto, el representante tailandés ante la ONU, Cherdchai Chivaivid, defendió la reacción militar de Tailandia como "limitada y proporcionada", asegurando que se trató de una acción legítima frente a un "peligro inminente" por parte de fuerzas camboyanas. "Tailandia rechaza categóricamente el uso de la fuerza para resolver disputas internacionales", afirmó el diplomático, subrayando también el compromiso con la solución pacífica de controversias de conformidad con la Carta de las Naciones Unidas.

Respecto a las acusaciones de Camboya sobre el ataque al templo de Preah Vihear, Tailandia niega rotundamente haber realizado esa ofensiva, y califica estas acusaciones como "desinformación" y "profundamente decepcionantes". Según las autoridades, las operaciones han tenido lugar a al menos dos kilómetros del templo, por lo que es "imposible" que los disparos hayan causado daños en el lugar.

La ONU hace un llamamiento a la moderación y ofrece ayuda humanitaria

La ONU ha confirmado que los enfrentamientos producidos a finales de esta semana en la frontera han dejado víctimas civiles, incluidos varios niños, y ha pedido moderación a ambas partes, además de ofrecer ayuda en los esfuerzos humanitarios en la región, si así se requiere.

La portavoz del organismo, Stephanie Tremblay, ha manifestado en una sesión informativa desde Nueva York, tras la sesión del Consejo de Seguridad, que "Naciones Unidas está dispuesta a apoyar los esfuerzos humanitarios si se les solicita" y que esta es "la escalada más grave en más de una década" entre los dos países del sudeste asiático.

Por su parte, la directora regional de UNICEF para Asia Oriental y el Pacífico, June Kunugi, ha demandado "máxima moderación" para proteger la infancia y los servicios esenciales de los que depende. "Los niños deben estar protegidos en todo momento, y las escuelas deben seguir siendo espacios seguros para el aprendizaje", subrayó.

Después de que el pasado 28 de mayo un soldado camboyano muriera en las cercanías del templo de Preah Vihear, las relaciones diplomáticas entre Camboya y Tailandia se encuentran en un punto crítico, y todos los intentos por aliviar estas tensiones han sido ineficaces.

Trump negocia un alto el fuego con Tailandia y Camboya

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha confirmado que ambas partes "han acordado reunirse de inmediato y negociar rápidamente un alto el fuego" para solucionar los enfrentamientos en la frontera común. Así lo ha asegurado Trump después de hablar con los jefes de Gobierno tanto de Tailandia como de Camboya.

Trump afirma que informó al primer ministro de Camboya de sus "conversaciones con Tailandia y su primer ministro interino". Asimismo, a través de su red social Truth Social asegura que "ambas partes buscan un alto el fuego y la paz inmediatos".

El presidente estadounidense ha usado las negociaciones comerciales, que se encuentran en curso, como herramienta de presión. En Truth Social, Trump ha asegurado que "por coincidencia", están "haciendo negocios con ambos países" y advierte de que no quieren "hacer ningún trato con ninguno de ellos si están peleados".

De la misma manera, el presidente concluye que "cuando todo esté resuelto", finalizarán "los acuerdos comerciales con ambos".

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