En 1981 Tejero y un grupo de guardias civiles entran en el Congreso. Un golpe militar está en marcha. En pleno desconcierto la pregunta es: ¿quién está detrás? La incógnita comienza a desvelarse cuando el General Alfonso Armada se presenta en el parlamento. Da a entender que va en nombre del Rey, y le ofrece a Tejero un gobierno de concentración presidido por el que denomina "Elefante Blanco". Tejero no acepta porque hay socialistas y comunistas como ministros.
La versión de Armada es que fue al Congreso a liberar a los diputados: “lo primero que le planteé a Tejero es que tenía un avión para poderse marchar, pero, tenía que dejar libres a los diputados”.
Cuando los golpistas llamaron a Zarzuela, supieron que el Rey no apoyaba a Armada. Su discurso posterior acabó con el golpe.
Alfonso Armada pasó diecisiete años al lado del Rey, fue su instructor y secretario general de la casa real. Pero en 1977 Juan Carlos pierde la confianza, y lo cesa. Destinado en Lérida, unos meses antes del golpe, se le atribuye una reunión con dirigentes políticos, entre ellos algunos socialistas, donde presuntamente ya se habla del gobierno de concentración que le ofrece a Tejero.
En 1983 fue condenado a treinta años de cárcel, donde pasó cinco al ser indultado por razones de salud por el gobierno de Felipe González. Desde entonces ha pasado la vida en su pazo gallego de La Coruña, cuidando camelias, según decía. Pero siempre guardando en secreto de quién era el “Elefante Blanco”, y qué sucedió el 23-F.