Los investigadores Fernando Reinares y Carola García-Calvo han presentado este estudio realizado con los perfiles de los 150 supuestos yihadistas arrestados en territorio español por las fuerzas de seguridad desde 2013 hasta mayo de este año.
En él se desvela que solo el 6% se implicó en las actividades relacionadas con el Daesh de forma solitaria y que únicamente dos de ellos tenían intención de desplazarse a Siria o Irak para cometer acciones armadas, pero no como lobos solitarios.
Tres de cada cuatro formaban parte de células que tenían enlaces organizativos con el autoproclamado Estado Islámico en Siria e Irak. Ocho de cada diez eran miembros de grupos que extendían su influencia a Marruecos y cinco de cada diez tenían a Turquía como país de tránsito para su desplazamiento a Siria e Irak.
La principal motivación para implicarse en esas actividades terroristas es de índole ideológica y utilitaria, es decir, se integran con la idea de la Yihad como imperativo religioso y con el convencimiento de la recompensa que recibirán más allá de su muerte en una acción suicida.
Son ya varios los perfiles que Elcano ha elaborado sobre los yihadistas, pero en esta ocasión ha querido centrarse en aquellos que han sido puestos a disposición judicial desde 2013, año de creación del califato.
Un perfil que se corresponde hoy con el de un hombre de entre 20 y 34 años, casado, con hijos, de nacionalidad española o marroquí (casi en la misma proporción), empleados en el sector servicios o en paro y casi en un 30 % con estudios secundarios, aunque no es desdeñable el porcentaje (10 %) con formación universitaria.
De todos modos, como ha asegurado García-Calvo, las mujeres ya representan un porcentaje alto entre los detenidos y llama la atención que su media de edad sea bastante inferior a la de los hombres (22,6 frente a 31,6).
Y no solo eso, sino que también las mujeres suelen estar solteras porque en muchos casos las redes pretenden enviarlas a las zonas de conflicto para casarlas con yihadistas y darles hijos para extender el califato. Con un 44,6 % de ellos con antecedentes penales (por terrorismo u otras actividades como tráfico de drogas).
Aunque el lugar de nacimiento es en seis de cada diez casos Ceuta, es la provincia de Barcelona la que acoge a casi un 30 % de ellos, por delante de la citada ciudad autónoma (22,1 %) y la Comunidad de Madrid (15,3 %). Prácticamente se repite esta estadística a la hora de localizar las detenciones, con el 27,3 % en Barcelona, el 20,3 % en Ceuta y el 16,7 en Madrid.