El acusador público ha explicado que Matas creó "un artificio para vestir el muñeco de la burocracia" y poder pagar así con dinero público a un periodista en su beneficio. Por el contrario, la pieza central de la argumentación de la defensa ha sido la afirmación de que el expresidente no tomó decisiones arbitrarias, ni tampoco se vio menoscabado el dinero público. El Tribunal Supremo ha revisado las condenas por delitos de corrupción que la Audiencia Provincial de Palma acordó, en el Caso Palma Arena, contra Matas quien, de ser confirmada la pena, ingresará en prisión.
El fiscal, Fernando Sequeros, ha pedido que se confirme la sanción porque la sentencia recurrida busca Justicia, en tanto se inspira en la necesidad de castigar a aquellos "que usan sus cargos para sus intereses privados". Eso es lo que hizo Matas al crear, ha dicho el fiscal, "un artificio, un ropaje para vestir el muñeco de la burocracia" y poder utilizar profesionalmente de manera oculta al periodista Antonio Alemany, para quien también ha pedido que se confirme la condena, en su caso a tres años y nueve meses.
Por su lado, la abogada del expresidente, Pilar Gómez Pavón, ha argumentado en la vista que la conducta de su defendido no constituyó ninguno de los delitos de los que se le acusa. A su salida del Supremo la letrada ha señalado a los medios de comunicación que "el recurso se puede estimar total o parcialmente, de modo que la condena se podría quedar en dos años, lo que según nuestras leyes penales permite acordar que el condenado no ingrese en prisión". La sentencia consideró probado que Matas benefició con dinero público al periodista que escribía sus discursos, Antonio Alemany.
La Audiencia de Palma explicó que de 2003 a 2007 Matas concedió a Alemany, mediante un concurso pantalla, 200.000 euros por escribir sus discursos y asesorarle en materia informativa, al tiempo que influyó para beneficiarle con una subvención de 450.000 euros para crear una agencia de noticias. Matas fue condenado por estos hechos a dos penas diferenciadas: 5 años, 3 meses y 1 día de cárcel en calidad de inductor por los delitos de fraude a la Administración, falsedad en documento oficial y mercantil, prevaricación y malversación, y 9 meses y 1 día de prisión por el de tráfico de influencias.
Respecto al contrato de Nimbus, la defensora de Matas ha explicado, en síntesis, que la sentencia lo reconoce como correcto y también que se cumplió y fue pagado de manera proporcionada, de modo que no hubo prevaricación, y si no la hubo, tampoco hubo falsedad. Las dos defensas han coincidido en que si los discursos que escribió Alemany existieron y se pagaron proporcionadamente, y además eran útiles para la causa pública, no hubo ni prevaricación, ni malversación de caudales públicos, al margen de que, sobre ese dinero ya pagado a Nimbus, se pagara luego una comisión al co-imputado Miguel Romero de La Cerda.
"Se trataba de un acuerdo entre particulares que no afectó al presupuesto público", por lo que no hubo malversación, como pretende la sentencia condenatoria, ha explicado la abogada. En cuanto a la subvención y al tráfico de influencias, la abogada Pavón ha señalado que Matas se limitó a recomendar que se le diera toda la ayuda posible a Alemany, lo que "no basta para demostrar" que se prevalió de su cargo para influir.
Respecto a Miguel Romero de La Cerda y a Juan Martorell, exalto cargo de Matas, cuyas declaraciones han sido claves para la condena después de que llegaran a acuerdos con el fiscal, los defensores han puesto en duda su fiabilidad. Por su parte, la abogada que representa a la acusación en nombre de la Comunidad de Baleares ha señalado que "el concurso se creó no por ninguna necesidad pública, sino para idear un modo de pagar a Alemany y a propuesta de Matas", quien finalmente consiguió beneficiar a través de este mecanismo a su periodista de confianza. El expresidente balear Jaume Matas fue el cuarto presidente autonómico desde la Constitución de 1978 que ha sido condenado penalmente, en su caso por varios delitos de corrupción. Matas fue responsable del Govern balear entre los años 1996-1999 y 2003-2007 y ministro de Medio Ambiente de 2000 a 2003.